El Leyma encara en Pamplona el segundo acto de su ‘nuevo’ curso

Con el objetivo principal, la permanencia, sellado hace dos semanas con la victoria en la cancha del Prat Joventut, el Leyma Basquet Coruña inicia hoy en Pamplona el tramo final de su segundo plan: los playoffs, que aspira a disputar por tercer curso consecutivo.

Una tarea complicada, para la que es instrumental vencer esta noche a un Planasa que, aunque acumula cuatro derrotas consecutivas, ocupa, con un balance de 14-11, una sexta plaza que todavía no le garantiza alargar una temporada que el equipo dirigido por Sergio Lamua comenzó como un tiro –fue líder varias jornadas– para desinflarse parcialmente cuando un ex del Leyma, el pívot Edu Hernández-Sonseca, abandonó la nave después de 13 partidos. Ocho fechas antes había caído lesionado gravemente (tendón de aquiles) otro de sus puntales, el veterano escolta Iñaki Narros.

Otro ex de la ‘marea naranja’, el alero Pablo Almazán, tomó el relevo del ‘5’ madrileño como referente del cuadro navarro. Promedia 12,6 puntos, 4,4 y 2,4 asistencias, números ligeramente superiores a los del segundo espada, el alero alto Iván García (12,0, 4,5 y 1,7). El base Miki Servera (8,3, 2,5 y 2,0) es el tercer jugador más relevante de un Planasa con marcado acento nacional, toda vez que su único foráneo, el pívot brasileño Daniel Bordignon, tiene un papel muy secundario.

La victoria del Leyma (10-14) en el Polideportivo Anaitasuna podría complicarle la vida, sobre todo si es por más de una canasta de diferencia, al Planasa, que ganó en Riazor por tan solo dos puntos (60-62), pero los ojos naranja también estarán puestos mucho más lejos, concretamente en la pista del Melilla, equipo que ocupa la novena plaza y que recibe a un líder, el Ford Burgos, que acumula la friolera de 10 triunfos seguidos.

El décimo clasificado, Oviedo (11-14), descansa esta jornada –tiene, al igual que el Melilla, un partido más que los de Tito Díaz–después de haberse impuesto la pasada en A Coruña (76-84), resultado que supuso un mazazo para el equipo herculino, ya que, además, supuso perder el average particular, un dato de especial relevancia porque restan tan solo cuatro jornadas, con lo que el margen de error es ínfimo.