“Haber ganado al Barcelona y al Liceo es muy importante para nosotros”

Fue protagonista en la final, aunque él le resta mérito. David Torres ha saboreado pronto las mieles del triunfo en su nuevo club, el Vic. Uno de los rivales en la Copa del Rey fue el Liceo, en la ronda de semifinales, con el que volverá a verse las caras el próximo sábado, esta vez en Riazor y en el partido de ida de cuartos de la Liga Europea.

- ¿Qué supone para el Vic haber conseguido una nueva Copa del Rey?
- Ha sido un campeonato soñado. Para nosotros es muy importante haber podido ganar al Barcelona y al Liceo, que están imparables en la OK Liga.

- Además, fue tuyo el gol que definitivamente le dio la corona a su equipo.
- Es cierto, metí un gol pero eso queda en segundo plano. Lo importante fue que todo el equipo rindió a un gran nivel.

- Era difícil alcanzar la gloria, pero ya lo consiguió su entrenador, Fernando Pujalte, también con el Vic en 2009 en A Coruña. ¿Les habló de ello en la preparación de esta edición?
- Algo comentamos, pero más como una anécdota. La verdad es que ha habido muchas coindidencias con respecto a la Copa de 2009: aquella también se celebró en un lugar costero, y derrotamos al anterior campeón en cuartos, al Liceo en semifinales y al Barcelona en la final.

- Entonces tenían alguna esperanza.
- Fuimos convencidos de que podíamos conseguirlo. La clave está en creérselo.

- En la final hubo una jugada llamativa. Panadero golpea el stick frente a usted y usted haces lo mismo. ¿Qué ocurrió?
- Sí, está el vídeo colgado en internet. Fue divertido, pero no tiene mayor importancia. A veces, en hockey, para asustar al rival se golpea la pista con el stick. Yo pensé, “Panadero, tú no me vas a amedrentar”, y yo golpeé también. No hubo pique ni nada. De hecho, luego tuvimos que hacer el control antidopping juntos. Estuvimos charlando un buen rato, sin problemas.

- Y después, ¿qué tal el recibimiento en Vic?
- Fue algo alucinante. Ya en Blanes hubo mucha afición, que no dejó de animarnos. Y luego el recibimiento en Vic, sinceramente estaba flipando, sobre todo al ver a tanta gente coreando mi nombre. No me sentí como si fuera famoso, pero casi.

- Lleva poco tiempo, pero ya sabe cómo se vive este deporte en la comarca de Osona.
- Sí, la verdad es que es impresionante. Hace poco ya tuvimos el derbi con el Voltregá y estuvo muy bien, con las dos aficiones animando sin parar.

- Bueno, y ahora toca un nuevo partido con el Liceo. ¿Cómo se presenta para el campeón de Copa?
- Ahora lo que hay que hacer es bajarnos de la nube y tener los pies en el suelo. Aquí no termina la temporada. Tenemos la oportunidad de jugar la final a cuatro de la Liga Europea. Ya hemos demostrado que podemos ganar al Liceo, y queremos aprovechar nuestro buen momento.

- ¿Considera que es bueno o malo enfrentarse otra vez y de manera tan seguida a los verdiblancos?
- Ni bueno ni malo, simplemente curioso. Nunca te gusta enfrentarte a un equipo tan potente, pero podemos vencerle, y el ‘subidón’ que tenemos es positivo.

- ¿Cómo ha influido su paso por el hockey coruñés en su carrera deportiva?
- Pues en A Coruña lo aprendí todo sobre este deporte. Pertenezco a la cantera de Santa María del Mar, de donde salieron grandes jugadores. En el Liceo competí a nivel nacional y en el Cerceda empecé mi carrera como jugador profesional.

- Y ahora está en Vic. ¿Qué tal se has adaptado?
- Bien. He dado un salto de calidad grande. De pensar en la permanencia a luchar por metas mayores. Mis compañeros me han ayudado mucho. Estoy contento. Lo peor ha sido tener que dejar A Coruña.

- ¿Y qué tal con el catalán?
- Lo entiendo sin problemas. Me ayudó mucho el hecho de haber participado en concentraciones de la selección española, en las que la mayoría de mis compañeros hablaban catalán. Lo estoy aprendiendo y lo entiendo perfectamente. Pero no lo hablo. No me sale.