“Me gustaría volver, estaría en mi casa, pero lo veo difícil”

“Me gustaría volver, estaría en mi casa, pero lo veo difícil”

‘Un de nós’, Raúl García Carnero, tuvo que hacer la maleta hace unos años para conseguir fuera de casa lo que se le resistió en el equipo de su corazón. Después de jugar cinco partidos con el Deportivo, el club de su corazón, en Primera División con Miguel Ángel Lotina en el banquillo en la temporada 2009-10, se marchó cedido al Melilla, se desvinculó del conjunto coruñés, reforzó al filial del Almería, llegó al primer equipo y fue fichado en la temporada 2013-14 por el Alavés, con el que regresa al punto de partida de esta historia, la élite del fútbol nacional.
Esas etapas de su vida han quedado inmortalizadas en la cámara a la que echa mano cuando puede. “El tema de la fotografía lo tengo un poco más parado porque ha sido un año más intenso, pero aproveché los días libres para sacar la cámara”, admite desde Vitoria, donde ha celebrado el ascenso que logró el pasado fin de semana. De lo vivido, lo tiene claro. “Me quedaría con la foto del lunes, la de todo el equipo juntos con la familia y la plaza llena”, explica.
En la celebración no se olvidó de Galicia: “Me encargué de coger las banderas para los tres gallegos (Él, Dani Abalo y Manu Barreiro) del equipo. Es bonito acordarte de tu tierra”.
Raúl ha sido protagonista en el Alavés con cinco goles y dos asistencias en 39 partidos de los 41 disputados en Segunda. Se ha hecho un experto en el lanzamiento de faltas y el domingo anotó el segundo gol de su equipo en el decisivo partido ante el Numancia. Acaba la temporada con éxito colectivo e individual y su futuro aún por decidir. Termina contrato pero hace semanas que el Alavés le transmitió la intención de renovarle. “Hay que disfrutar esta semana, aunque el sábado tenemos que volver a jugar. La próxima semana vamos a analizar todo ya con los pies en el suelo, valorar lo que haya y tomar decisiones”, apunta el exdeportivista, que confía en que el ascenso no implique un cambio de planes en el club vitoriano. “Espero tener la oferta de renovación. Hablamos en abril y les gustaría que siguiera aquí. Espero que en los próximos días se resuelva todo”, señala.
Desde A Coruña “solo los familiares” le “han llamado” para felicitarle. Del otro Deportivo no ha tenido noticias, aunque estaría encantado de que sonara el teléfono con una propuesta desde la plaza de Pontevedra para recuperar a un jugador que se ha tenido que abrir paso lejos desu tierra. “Claro que me gustaría volver, estaría en mi casa y en el club que estuve once años, pero lo veo difícil, hay bastantes laterales...”, recuerda.
Aunque uno de ellos ya no estará en la plantilla, Luisinho, según ha anunciado Tino Fernández. Él está al tanto. Es un deportivista más. “Como aficionado siempre sigo al equipo. Lo que ha pasado son temas que deberían quedarse en el vestuario. Yo soy más introvertido, menos polémico, y creo que todo eso tiene que quedar dentro del vestuario. No pasar unos límites. Al final, somos todos personas y todos tenemos nuestros problemas fuera del terreno de juego, pero eso no se puede llevar al plano personal. Yo hablo como aficionado, la verdad la tendrán ellos, que saben lo que ha pasado”, comenta.
Raúl recoge ahora lo que ha sembrado desde que salió del Depor. “Al principio fue duro, sobre todo el primer año cedido en el Melilla. Al final, cuando sales así ya te hueles que va a ser difícil volver. Era una cesión a Segunda B y era difícil volver al Depor que ascendió, pero al final el trabajo tiene su recompensa. En Almería también conseguí el ascenso con menos protagonismo y la llegada a Vitoria fue lo que me ha hecho crecer más. Confiaron en mí y jugué”, relata.
En Vitoria tuvo lo que le faltó en casa. “En el Depor no me dieron la oportunidad de crecer. Si tienes un proyecto de cantera, cuando sale uno, necesita partidos para hacerse. Hay muy pocos ‘Messis o ‘Cristianos’ que salgan a jugar y sean estrellas. Cada jugador es diferente, cada uno necesita más o menos partidos para explotar. En mi caso, tuve cinco partidos con el primer equipo, me renovaron una temporada y tampoco hubo una confianza de ampliar tres temporadas. El club en ese momento pensó así y hay que respetarlo. Cada uno mira sus intereses”, sostiene.
Raúl tiene claro que “con trabajo todo llega. Son los valores que me inculcaron en casa”. La próxima semana estará en A Coruña, donde acudirá a la boda de su hermana. Una opción para retenerle.

“Me gustaría volver, estaría en mi casa, pero lo veo difícil”

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