España y Costa se desquitan

España y Costa se desquitan
GRA379. LUXEMBURGO. 12/10/2014.- El delantero de la selección española Diego Costa (c) celebra su gol, tercero del equipo, con sus compañeros, durante el partido de clasificación para la Eurocopa 2016 que las selecciones de Lux

La selección española se levantó de la dura derrota de Eslovaquia goleando en Luxemburgo (0-4), el día que Vicente del Bosque sentó a Iker Casillas para dar la alternativa a David de Gea y Diego Costa escenificó su obsesión con el gol, fallando innumerables ocasiones, hasta que marcó la más inesperada.
Del Bosque busca una “dulce transición” en la portería sabiendo que es una tarea imposible por el debate que envuelve cada paso de Casillas. Lo alimenta introduciendo una rotación en partido oficial que hasta ahora nunca estuvo en su libro de ruta. Tampoco la dupla ofensiva, juntando a dos nueves.
Desde David Villa y Fernando Torres no ocurría. De ser el falso nueve su apuesta preferida, a jugar con dos ‘matadores’ que se entendieron bien en plena obsesión de Diego Costa.
La pesadilla de Costa no tardó en empezar. A los dos minutos controlaba mal, esquivaba al portero rival y se dejaba caer pidiendo penalti. España tocaba con velocidad, el secreto del éxito en partidos ante rivales de inferior calidad técnica. Costa dejó un testarazo ante el que se lució Joubert y un remate blando a sus manos.
La cabeza de Costa echaba humo. Remataba con la negatividad de un jugador obsesionado. A la siguiente, su sexta ocasión, ya optó por la potencia en vez de la colocación y se topó con Joubert. España no suele disparar fuera del área y en su primer intento llegó el gol. Fue Silva el que, tras un balón muerto por la pelea de Costa con el central rival, soltó un zurdazo a una escuadra para abrir el partido a los 27 minutos y dar el justo premio a La Roja.
España quería matar el partido, sentía la debilidad del rival y todos buscaban a Costa para que lograse el tanto más deseado de su carrera. Tras rematar tarde un centro medido de Alba, fue cuando llegó el peor de los errores que puede tener un nueve. Completamente solo tras un pase al espacio de Koke, encaró al portero y chutó muy desviado con todo a favor para marcar. Quería desaparecer del lugar del ‘crimen’ y se tapó la cabeza con la camiseta. Desde entonces no paró de recibir carantoñas de sus compañeros. Le venían bien porque Alcácer, tras perdonar otra ocasión clara, no falló y marcó su tercer tanto en cuatro partidos.
Antes había llegado el primer disparo a puerta de Luxemburgo. Una llegada aislada con Bensi chutando blando abajo, fácil para De Gea, que estuvo firme por alto en los centros desde los costados. Uno de Da Mota se envenenó y lo sacó a córner.
Con todo sentenciado España rebajó el ritmo en el segundo acto. Las palabras de Del Bosque relajaron a Diego Costa, que acabaría encontrando su premio cuando menos lo esperaba. Regaló una clara a Alcácer que no acertó a rematar e Iniesta chutó arriba.
Luxemburgo buscaba el tanto del honor, pero sólo a balón parado podía optar a él. Chanot se adelantó a todos en un córner, pero su remate no encontró puerta. Cuando España notaba el bajón físico de Iniesta y Silva, llegó al fin el tanto de Costa. Después de 514 minutos. Nunca un nueve tardó tanto. Y lo consiguió cuando no lo buscó y el balón le cayó. El fútbol quiso premiar su esfuerzo. En una acción de estrategia a una falta que no salió, tras mil rechaces, con todo a su favor para esta vez fusilar a la red y ni celebrarlo. El primero de muchos.
En el último suspiro, Rodrigo Moreno inventó. Un amago y pase perfecto a la velocidad de Bernat, que puso el broche a la goleada metiendo la puntera izquierda.

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