Encontrando el camino

El Deportivo demostró ayer que lo de Sevilla fue algo puntual, que no debe volver a pasar, y encontró el camino hacia lo que debe ser como equipo. Intenso, agresivo, solidario, bien posicionado, sin permitir pasillos que a veces eran autopistas, presionando, casi sin errores . Jugó el mejor encuentro de la temporada y se impuso con justicia a su rival.
Víctor Fernández y los suyos llevaban trabajando muy duro en Abegondo dos semanas. había cambios anunciados y así fue. Desde la portería al ataque el cuadro mutó de manera ostensible con respecto al choque del Sánchez Pizjuán.
Se vio otro Depor desde el inicio. Manejando la pelota, sin rifarla, bien ‘plantado’ en la salida al encuentro. A los seis minutos Cavaleiro ya avisaba de las intenciones y chutaba sobre la meta de Yoel. Fariña continuaba el monólogo blanquiazul con un ‘jugadón’ que el propio Cavaleiro no podía finalizar. En el 22 era Insua quien enviaba alto, de cabeza, a saque de una falta.
El Valencia disparaba en el minuto 26 por primera vez; un lanzamiento de Rodrigo que se iba fuera. El Depor dominaba y le salían bien las cosas, sobre todo porque no daba un balón por perdido, no regateaba esfuerzos ni ahorraba sudor.
A los 29, Cuenca probaba fortuna con un nuevo lanzamiento.  Riazor comenzaba a creerse que la victoria era posible. En el 35 llegaba el éxtasis. Medunjanin botaba una falta lejana que a punto estaba de entrar en la meta de Yoel. De hecho, el balón tocaba la cruceta, le daba al portero en la cabeza y se iba a córner. Normalmente este tipo de jugadas acaban en gol porque el propio arquero ‘la mete dentro’.
En la siguiente jugada, el saque de esquina, un error de la zaga visitante propició que los blanquiazules se adelantasen en el marcador. Mustafi enviaba la pelota hacia el poste y Gayá acababa por introducir el balón en la meta, aunque los jugadores del Valencia reclamaron que no había entrado en su totalidad. Estrada Fernández dio el gol y el 1-0 para los coruñeses.
La fiesta continuó en el 42 cuando Lucas Pérez ganaba la banda, muy escorado, continuaba casi hasta la línea de fondo y, con la izquierda, batía ajustadísimo a Yoel, que esperaba un balón a media altura, pero nunca raso y hacia su palo más lejano.
Fue la catarsis. El de Monelos besando el escudo y abrazado a los aficionados, los seguidores coreando su nombre, todo Riazor animando al Deportivo y un sonoro 2-0 que ponía a los herculinos en el camino de la victoria.
El equipo cerró filas en torno a su resultado y con la ventaja en el marcador, pero, sobre todo, en 45 minutos muy superiores al Valencia, se llegó al descanso.
Nuno hizo cambios para ayudar a Javi Fuego en la media, donde Wilk liberaba a Medunjanin para tareas ofensivas. El Valencia se lanzó al ataque. Era lógico, como también lo era que el Depor se replegase para esperar una contra y matar el encuentro.
Los de Víctor Fernández hicieron el partido más lento, pero no dejaron de darlo todo. En el 52 Fabricio salía de puños para evitar una acción de ataque naranja. En el 64 Rodrigo tenía una gran ocasión pero se le marchaba fuera. En el 76 el meta coruñés hacía un penalti a Rodrigo que el árbitro no apreciaba y en el 77 Alcacer la madaba al poste. Fueron los momentos más complicados para el Deportivo que, en la siguiente jugada, cerró la tarde con un nuevo gol. Una contra lanzada por José Rodríguez, quien habilitaba para la carrera de Toché, que, frente a Yoel, disparaba a media altura para anotar la sentencia definitiva. 3-0.
No se puede pedir más, ni al equipo ni al cuerpo técnico, porque todos hicieron lo que tenían que hacer. El Deportivo andaba perdido pero ayer encontró el camino. Ahora tiene que seguirlo, sin fisuras, con la misma fe que han mostrado en un momento clave del campeonato.