Para empezar y acabar, una torrija

Para empezar y acabar, una torrija
Los blanquiazules hicieron lo más difícil, igualar un 0-2, pero cayeron | quintana

Cuando llegas tarde a una cita y te vas antes de tiempo, hay algo no ha salido nada, pero que nada, bien. Fue lo que le pasó al Deportivo ante la Real Sociedad. Puso el cronómetro en marcha cuando ya habían transcurrido veinte minutos y estaba, desde el tercero, con 0-2 en el marcador. Después le dio al stop cuando quedaban otros veinte para el final y había hecho lo que parecía misión imposible: empatar.
El Deportivo salió atorrijado al césped de Riazor. Dice Mel que les enseñó a los chicos el tercer gol de la Real ante el Villarreal y les puso sobreaviso. Pues los de Eusebio lo calcaron en su visita a los blanquiazules. Aplicando la lógica y los silogismos, tres hipótesis: o el entrenador no sabe explicarlo en el vestuario o los jugadores pasan de escucharle o alguien se perdió la charla. En la práctica: falta de Mosquera a Januzaj, Luisinho, en su intento por alejar el balón, se lo entrega al rival, la Real saca rápido, Xabi Prieto cuelga al área y allí aparece Juanmi para marcar por tercera jornada consecutiva. 0-1 en dos minutos y quince segundos.
La empanada deportivista se alargó. Schär, el más despierto, evitó el segundo ante Juanmi, pero en el córner que provocó, la Real volvió a beneficiarse de la poca contundencia del Deportivo. Illarramendi recogió el rechazo de la zaga en la frontal y se la coló ajustada a la derecha de Tyton.
A los de Mel les costó un mundo meterse en el partido, pero les ayudó que la Real replegase excesivamente al ver el panorama tan sencillo. Sin noticias de la medular en la creación del juego (un día más la dupla Guilherme-Mosquera no funcionó), sin cambios desde el banquillo, fue Schär el que, tras desesperarse en defensa, salió al rescate del equipo en ataque. Vio de lejos a Adrián, le puso el balón en el flanco izquierdo del área desde el centro del campo y el asturiano correspondió con una rosca soberbia, de primeras, sin dejarla botar. Sublime.
Adrián, aún sin haber hecho pretemporada, estuvo de dulce. Si las lesiones le respetan, promete. Su gol y un caño posterior dieron alas al equipo. Se merendó a la Real hasta el descanso, pero faltó acierto.
La Real se tomó su tiempo para volver al césped. Tanto, que el árbitro lo recogió en el acta. Había pasado momentos difíciles y se avecinaba tempestad. Mel dio un par de minutos más a los titulares y metió a Lucas el día de su 29 cumpleaños. Un minuto después, el Depor rescataba el empate. Juanfran avanzó hacia el córner, dio un par de vueltas para ver qué podía hacer y acabó probando suerte con un centro que cabeceó Adrián en el segundo palo para asistir a Andone. Zurriagazo y primer gol del rumano este curso.
Lo más difícil estaba hecho y quedaban 40 minutos. El Deportivo pensó en la remontada, aunque fue más con el corazón que con la cabeza y las piernas. Lucas no estaba cómodo y Mel retocó para usar el 4-3-3 con la entrada de Fede Valverde y metiendo a Adrián en banda. La Real ya había dado un par de avisos.
Con Bakkali por Andone, Adrián volvió al ataque y el Depor, al 4-4-2 y a las andadas. Lucas quería hacerlo todo en su debut para que fuera el soñado, pero acabó en pesadilla. Otra vez a balón parado llegó el tercero, de Llorente. Y para más sonrojo, el cuarto. Illarra se convirtió en Messi. Tyton no paró una, Mel mareó al equipo y no llegó la gasolina. l

Para empezar y acabar, una torrija

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