Duro castigo en Riazor

Duro castigo en Riazor
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 El Deportivo recibió una de las goleadas más duras y extensas de la historia de la Liga. Ocho goles encajados son muchos, muchísimos. Cinco de ellos pueden anotarse en el ‘debe’ de los errores defensivos, si bien con un 0-3 en contra al descanso, y jugando contra el talento blanco, es lo que puede pasar. El Depor no renunció a seguir atacando, pero fallos en la zaga y la meta lastraron el plan para, al menos, intentar acercarse en el marcador.
Víctor Fernández hizo cambios y saltó al terreno de juego con un 1-4-2-3-1. Diakité, Fariña, Cuenca y Luisinho fueron las variaciones con respecto al choque de Eibar. El Depor entró al encuentro con las ideas claras. Cerrado en defensa, con ayudas, y buscando la contra.
Tras los primeros compases, con ambos equipos tomándose las medidas, se rompió la paz y comenzaron los ataques. Primero fue Cuenca, quien ensayaba desde la banda izquierda con la pierna diestra. Contestaba Cristiano Ronaldo con un balón que mansamente cabeceaba a las manos de Lux. En el 15 el meta realizaba un paradón a una ocasión de Bale.
El Madrid se iba acercando poco a poco. En el 23, de nuevo Lux, impedía el remate de Bale. El Deportivo no conseguía salir de su campo con peligro y los blancos manejaban el encuentro a su antojo. A los 28 llegaba el primer gol visitante. Cristiano remataba de cabeza desde el corazón del área un balón que se colaba por la escuadra. Era un mazazo que tendría continuidad. En el 35 James anotaba un golazo desde fuera del área haciendo inútil la estirada del arquero deportivista, que intentó volar hacia la escuadra con el balón ya entre las mallas. El Depor no reaccionaba. En el 40 una comprometida salida de Lux dejaba en el suelo a Benzema. El colegiado aplicaba la ley de la ventaja y Ronaldo, en posible fuera de juego porque el francés había tocado la pelota, disparaba a puerta vacía marcando el 0-3 con el que se llegaba al descanso.
Víctor Fernández y los suyos afrontaban una segundo periodo con la losa del resultado, una contundente victoria merengue.
El entrenador deportivista buscó el manejo de la pelota en la segunda parte para evitar la sangría. Juan Domínguez y Cavaleiro entraron en la media donde el cuadro coruñés quiso volver a mandar. En el 50 Medunjanin anotaba el 1-3 de penalti y alimentaba la esperanza.
Los blancos también hicieron sus cambios, con la entrada de Illarramendi e Isco. En el 65 Bale ponía el 1-4 en un remate al que Lux no llegaba. Después de varios minutos de intercambio de jugadas en la media, Víctor daba entrada a Toché para intentar acercarse en el marcador.
Bale volvía a marcar en el 73 tras recibir de Isco en un robo a la defensa. En el 77 Diakité perdía la pelota y Cristiano Ronaldo anotaba el 1-6. Nunca había marcado en Riazor y ayer lo hizo por partida trible. Toché estaba apunto de ‘empujarla’ de cabeza en el 78, pero no conseguía llegar con la fuerza suficiente. No fallaba en el 86 anotando el 2-6.
Pero el Madrid seguía a lo suyo y quedaba la actuación estelar de ‘Chicharito’. Dos disparos envenenados supusieron los dos últimos tantos madridistas. En el 87 y en el 91. Dos golazos desde fuera del área para sumar a la fiesta blanca y a la debacle coruñesa. Digerir un 2-8 no es fácil. Ni para los jugadores ni para los aficionados, pero hay que hacerlo. Comérselo y después ‘expulsarlo’. Tragarse el sapo.
Lo de ayer fue un accidente. No que ganase el Madrid, pero sí que portero, centrales, laterales, medios, fallen tanto en defensa, pues -posiblemente- si el equipo hubiera tenido fuelle para no dejar lucimiento a los jugadores rivales el resultado hubiera sido distinto.
De nada vale lamentarse. Se acabó la pesadilla y ahora toca soñar de nuevo con el derbi del próximo martes. 

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