Día de reconciliación

Día de reconciliación

El Deportivo busca este mediodía en El Sadar ante Osasuna una victoria que sea la llave para reconciliarse con su sufridora afición. Una hinchada que volverá a desplazarse de forma masiva (se esperan 700 seguidores herculinos en las gradas riojanas) para apoyar a la escuadra coruñesa en un duelo que puede dejar sellada la permanencia.

Con los propios rojillos y el Granada ya descendidos, los coruñeses pugnan por eludir con el Sporting de Gijón, que perdió ante el Villarreal el viernes, la antepenúltima plaza de la tabla, que supondría la pérdida de categoría.

La casi nula fiabilidad de los blanquiazules a domicilio, con un sola victoria, curiosamente ante los asturianos, choca con los malos números del equipo de Vasilejic como local, que solo ha logrado imponerse al Leganés en este curso (2-1).

El Deportivo llega a Navarra en un momento delicado, deportiva y mentalmente hablando. La abultada derrota sufrida ante el Real Madrid (2-6) y el consiguiente cabreo de la grada no son los mejores aliados para una escuadra que, como reconocía Álex Bergantiños, uno de los capitanes, es ‘débil’. Pero, la parroquia blanquiazul, una vez recuperada de una nueva decepción de su equipo, ha vuelto a responder con otro numeroso desplazamiento.

No estará solo el Deportivo en El Sadar y en las manos de los futbolistas coruñeses está devolverle al ‘respetable’ todo lo que éste les lleva brindado durante toda la temporada. Los aficionados se han cansado de palabras y de promesas, y como admitía Pepe Mel en la previa, lo que quieren todos ahora son hechos.

El equipo tiene una oportunidad de oro para certificar una campaña más su continuidad en la máxima categoría del fútbol español.

Si gana, estará matemáticamente salvado con 34 puntos a falta de tres jornadas, ya que aventajará al Sporting de Gijón en 10. En caso de empate, los blanquiazules se quedarían con 32, a ocho de los asturianos, que tendrían que hacer un final de LaLiga prácticamente redondo para mandar al Deportivo a Segunda.

El conjunto de Pepe Mel no quiere seguir haciendo cuentas con las calculadora y espera zanjar, por fin, una situación en la que, según los implicados, por plantilla no tenían que estar sufriendo a estas alturas de la temporada.


Para poder pensar ya en el futuro y dejar de mirar hacía abajo con temor, Mel podrá contar con Germán Lux, que estuvo entre algodones esta semana debido a una sobrecarga en el cuádriceps. Pierde por lesión a Sidnei en el centro de la zaga herculina, a la que volverá Raúl Albentosa. En el carril zurdo, ya de inicio, ejercerá Navarro y Luisinho le hará la cobertura en el ala zurda.
Regresa también Celso Borges, apercibido de sanción y que cedió su puesto a Álex Bergantiños ante el Real Madrid. El centrocampista tico acompañará a Guilherme en la medular y tratará de repartir juego al ataque coruñés.

En la derecha Bruno Gama regresará al once por un tocado Carles Gil, que en la última prueba antes de la lista de convocados mejoró de sus molestias en la muscultura puválgica. Completan el ataque Çolak y Andone, único punta puro tras la baja por lo que resta de curso de Joselu.

En el día de hoy el Depor afronta ante Osasuna un partido para cerrar viejas heridas, certificar la permanencia y reconciliarse con su afición.

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