Contras que salen al revés

Contras que salen al revés

Si el Deportivo hubiera sido capaz de finalizar como Dios manda cualquiera de las contras que generó en el segundo tiempo, seguro que hoy estaríamos todos con mejor cara y más tranquilos. Pero el que acertó en esas réplicas que concede el fútbol fue el Betis. Joaquín sacó el estoque y salió a hombros del Villamarín, ese escenario donde los blanquiazules no perdían desde 2005. Mirar al pasado es melancólico y otear el presente, melodramático.
¡Intensidad!, reclamó Mel antes de salir del vestuario. El técnico quería evitar por todos los medios un arranque de partido como el de la Real Sociedad. Para eso había decidido apostar también por un cambio de tripulación. Al final, además de haber sustituido a Mosquera por lesión, introdujo otras cuatro modificaciones por decisión técnica: Pantilimon (por Tyton) en la portería, Arribas (por Sidnei) en el eje de la zaga, Navarro (por Luisinho) en el lateral izquierdo y Bakkali (por Bruno Gama), en la banda derecha. Mel acopló el once a su esquema preferido (4-4-2), con Adrián y Andone como dupla ofensiva.
Menos de quince segundos tardó el rumano en hacer la primera falta, pero al Depor le costó bastante más empezar a carburar. Pantilimon inició su etapa como blanquiazul con dudas a pesar de su altura. Lejos de atajar el primer balón aéreo, lo sacó de puños y se lo regaló al rival, que no lo aprovechó.
A los deportivistas se les olvidó tejer el fútbol. La pareja Arribas-Schär quiso contribuir a la creación y no estuvieron finos en ese rol. El suizo, asistente ante la Real Sociedad, la pifió en una de sus salidas. Tello recogió el regalo y el balón se marchó a escasos centímetros de la portería de Pantilimon.

Arranque sin fluidez
Los blanquiazules abusaron del balón en largo hacia Andone, único recurso durante el primer cuarto de hora y el Betis, más agradable con el esférico en su poder, encontró el camino a la red al estilo Setién y el ABC del fútbol: apertura desde el centro del campo a la banda y desde allí centro del exdeportivista Barragán, error de Arribas y Juanfran ante Sergio León, que se les coló por el medio, y flojo rechazo de Pantilimon que recoge Joaquín para anotar el primero.
El Deportivo, desaparecido en campo rival, despertó a base de lanzamientos lejanos.   Empezó a ajustar la puntería con uno de Guilherme que atajó Adán y cogió confianza. Se animó Borges, que hizo temblar el larguero con un zurdazo. El rebote lo recogió Fede Cartabia, que se abrió paso por la frontal y cruzó con éxito el balón a la izquierda del portero del Betis. El argentino quiso zanjar cualquier tipo de dudas sobre su relación con Pepe Mel y se fundió con el técnico en un abrazo que captaron las cámaras y al que seguro que dará al ‘me gusta’ cuando esa instantánea llegue a Instagram, la red social en la que protagonizó una polémica esta semana al ratificar un mensaje crítico hacia su técnico.
En esos momentos de dudas del Betis, el Deportivo incluso pudo anotar el segundo, pero a Andone le faltó rapidez en cuerpo y mente. En el otro extremo del campo, Arribas se quedó sin centímetros otra vez cuando el primer tiempo acababa, y Guardado, a centro de Tello, metió la cabeza en el segundo palo, aunque demasiado centrado. A Pantilimon le sirvió para coger confianza. De vuelta al césped tras el descanso, estiró sus dos metros para sacar un centro de Guardado que había buscado con la cabeza Sergio León.
El partido pudo dar un giro en contra del Deportivo a los dos minutos de la reanudación. Guilherme dejó la pierna estirada en el área y Durmisi la buscó para engañar al colegiado. Undiano Mallenco señaló penalti para indignación de los deportivistas, especialmente del brasileño. Menos mal que ahí estaba el asistente para hacer de VAR y convencer al árbitro de que se había equivocado. Durmisi vio amarilla y los blanquiazules respiraron.

Decisivo
El Deportivo se afanó en el contragolpe, Adrián exhibió pulmón, pero todos los ataques fracasaron, incluso un 5 contra 2. Otro dejó a Bakkali malparado por una dura entrada de Feddal que ni siquiera fue castigada con falta.
Mel ya había puesto en escena a Valverde, que se convirtió en protagonista del gol que decantó el partido. Un fallo suyo en campo contrario habilitó la réplica del Betis. La pasividad defensiva de Arribas y Luisinho (que llevaba solo unos minutos en el campo) y un pase soberbio de Guardado para Joaquín hicieron el resto.
El nuevo traspié, el tercero en cuatro partidos, siembra dudas en el deportivismo. Hay mimbres, pero faltan ideas, un plan que seguir y que debe surgir ante el Alavés. Urge salir de esta dinámica. l

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