La cita clave

Aunque el deporte no es una ciencia exacta, la estadística dice que, en eliminatorias al mejor de cinco partidos, el equipo que logra ponerse 2-1 arriba en el tercero se acaba llevando la serie en un alto porcentaje de ocasiones; por ello, el duelo de hoy se antoja clave en el derbi romano de primera ronda.
La enorme igualdad vista en los dos primeros capítulos hace que este casi axioma tenga, sobre el papel, menos relevancia, así como el hecho de que el Leyma Basquet Coruña haya ganado en sus tres últimas visitas al Breogán y que en la segunda vuelta liguera solo haya perdido dos veces lejos de Riazor (Palencia y Navarra), aunque, obviamente, ninguno de estos dos factores debe ser ninguneado.
Dicho con otras palabras: puede pasar cualquier cosa. El equipo herculino y el lucense se conocen tan bien el uno al otro como a sí mismos, con lo cual los pequeños detalles tienen muchas papeletas para cobrar el máximo protagonismo.
Pero, evidentemente, hay aspectos vitales que hacen el camino hasta esos pequeños detalles. Uno es el rebote. El Leyma lo dominó en el primer duelo, y ganó. Otro es la superioridad interior de los de Tito Díaz, lo que ha llevado a su polémico homólogo a decretar el estado de sitio en la pintura: vale todo con tal de evitar la canasta fácil. 
Esta estrategia bajo el aro ha derivado en una gran –y lógica, por mucho que se queje Quique Fraga– diferencia en las visitas a la línea de 4.60. La ‘marea naranja’ ha lanzado 67 tiros libres, por 33 de un Breogán que prefiere disparar desde lejos: 64 triples intentandos, 24 de ellos convertidos, siete (de 12) de Jeff Xavier en el choque inaugural y ocho (de 12) de Osvaldas Matulionis en el segundo. El Leyma no puede permitir que un solo jugador le reviente los sistemas. 
Díaz ha probado con todo tipo de defensas y asignaciones para estos dos francotiradores. La mejor solución, además de la zona de la segunda mitad del primer envite, ha demostrado ser Larry Abia, pero si el valenciano defiende a un ‘2’ su equipo pierde potencial en la defensa al ‘3’, por lo que Dago Peña debe dar un paso adelante en este sentido. 
Otra ayuda para evitar triples liberados, como lo fueron casi todos los de Matulionis, es evitar que el Breogán gane el rebote ofensivo, ya que es un equipo que saca mucho rendimiento de las segundas opciones y de las jugadas rotas. 
Por último, está el aspecto mental. La plantilla del Leyma tiene mucha menos experiencia en playoffs y hoy se va encontrar con 5.000 gargantas en contra. De cómo sea capaz de lidiar con esto dependerá en parte que pueda llegan al tramo final por delante o con opciones. Si lo consigue, la presión se trasladará un rival obligado a ganar porque, en su objetivo de ascender, este compromiso es instrumental. Mucho ojo también a cómo el ambiente y Fraga puedan influir en la pareja arbitral.