Un Cerceda con prisa y sin pausa

Un Cerceda con prisa y sin pausa
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No todo en el fútbol es riesgo, atrevimiento, coraje. No se le puede achacar cobardía a un Cerceda que, tal vez en un combate de boxeo, hubiese ganado contra el Choco a los puntos. No basta solo con la actitud ni la intensidad.
Al Cerceda le faltó una pizca de fútbol y, quizá, le sobró ansia. A veces, la pausa es importante, pero hay que saber en qué momento. Al equipo de Lemos le faltó ese futbolista que interpretase cuándo darle sosiesgo al juego de ataque. El Cerceda planteó un partido arriesgado: salió con tres defensas (José Manuel, Angeriz y Juan) y buscó continuamente el área contraria. Probablemente, la propuesta hubiese tenido éxito si enfrente se plantase un equipo con carencias (físicas o tácticas). El Choco no se desmenuzó ante la amenaza ofensiva del Cerceda (Peloto, Cano, Martín, Uxío, Herbert...).
Lejos de otras versiones impropias como visitante (Silva o As Pontes, por ejemplo), el Choco presentó credenciales en O Roxo. Su 4-2-3-1, cimentado a base de orden y concentración, no tuvo inconveniente en desdibujarse en el segundo tiempo para transformar su centro del campo en un rombo, situado por detrás de dos puntas (Hugo y Aitor Gómez).
En la primera parte, el Cerceda llevó el control a través de la posesión. El Choco, organizado en una zona intermedia, adelantaba sus líneas en ocasiones contadas pero no lo hacía de cualquier manera. Comis, el mediapunta, pasaba a defender a la altura de Silva (el delantero). El objetivo: tratar de dificultar la salida de balón del Cerceda en corto, provocar el primer pase largo.
Una volea de Herbert avisó a Cortegoso nada más empezar (min.9). El portero del Choco demostró estar atento. Los mismos protagonistas, tras un buen pase de Uxío, volvieron a ser cara y cruz, con el guardameta visitante como triunfador (min.28). Entre las dos ocasiones del capitán del Cerceda, una llegada del Choco que pudo acabar en gol. Silva condujo la pelota casi desde el medio del campo retando a Marcos Valín a un mano a mano pero, al aproximarse al área, el punta visitante adelantó el balón en exceso y el portero del Cerceda aprovechó para atraparlo y desbaratar la mejor ocasión del Choco en el primer tiempo.
Para ocasión clara, quizá la más importante del partido, la de Uxío nada más empezar el segundo tiempo. El ‘9’ rojiblanco participó indirectamente en una volea de Peloto desde la frontal. Uxío estaba en el área pequeña y estiró la pierna para desviar (con destino portería) la trayectoria de la pelota. Cortegoso no podía llegar pero, milagrosamente, un defensa visitante consiguió despejar de forma acrobática.

cambio de marcha
A partir de ahí, el Cerceda, en lugar de mantener constancia en el juego, de madurar el partido a través del fútbol con el que llevó el control en la primera parte, decidió poner una marcha más. Su incremento de verticalidad se ligó a un aumento de la prepicitación. Fue entonces cuando se echó de menos a un mediapunta que diese pausa, continuidad y, si la situación lo requería, un último pase. Los futbolista de Lemos apostaron por el empuje y se olvidaron de la paciencia. Del 3-2-3-2 inicial, el Cerceda se estableció en el segundo tiempo con una línea defensiva de cuatro y, tras los cambios, un trivote en el centro del campo (Pablo Rubio-Granada-Agulló). El frente de ataque lo formaron Herbert, Uxío y Cano.
El Choco aprovechó la ambición descontrolada del Cerceda para meterle el miedo en el cuerpo y también para comprobar que Marcos Valín es uno de los mejores porteros de la Tercera División. Un perfecto centro raso de Pablo Piñeiro desde la derecha, colocando el balón entre centrales y portero, encontró el remate de Hugo en el segundo palo. Su golpeo de interior se topó con un Valín que no solo cubrió su portería sino que evitó el 0-1 cuando algunos aficionados del Choco ya lo celebraban. El Cerceda parecía apostar por un partido de ida y vuelta y, en uno de esos trayectos, Xosé Ramón encontró tanto espacio que decidió probar fortuna desde fuera del área. Su zapatazo con la zurda quedó anulado por una nueva parada salvadora aunque, en esta ocasión, después de volar con dirección a la escuadra.
El empuje del Cerceda solo pudo obtener recompensa con dos cabezazos de Uxío. El primero (min.85) tras un córner sacado desde la izquierda por Herbert –el remate salió por encima del larguero–. El segundo tras un centro de José Manuel desde la derecha –cabeceó en plancha y el balón se fue cerca del palo–.

Un Cerceda con prisa y sin pausa

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