Acabó una bonita aventura

Acabó una bonita aventura
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Concluyó la aventura del Leyma Basquet Coruña en una edición de la LEB Oro de mágico recuerdo para un equipo y para una ciudad. Al final, el factor cancha dictó sentencia, y los herculinos perdieron en Melilla por 88-82. Fue una eliminatoria larga, pero todo se redujo a unos últimos instantes (35 segundos) en los que el equipo coruñés no fue capaz de rematar la faena, dejando a su rival el campo abierto para disputar la final contra Huesca.
El partido empezó con mucha contención en los dos equipos. Melilla llevaba la inciativa en el marcador, pero Olmos y Burjanadze sostenían a los naranjas. También Ángel Hernández cuajó un buen parcial. Estuvo bien en defensa controlando a Suka-Umu, y también aportó puntos.
Los locales querían resolver a base de triples y los visitantes aguantaron, para poner el 24-20 al final del primer cuarto.
El segundo parcial tuvo dos partes bien diferentes. En la primera, el Leyma rindió a un nivel muy bueno. Zyle asumió la responsabilidad anotadora con ocho puntos seguidos.
Con 26-28 en el marcador, Alejandro Alcoba pidió tiempo muerto. Pero aún a los coruñeses les quedaba algo que decir, llegando a ganar por 26-30 tras un parcial de 2-10.
Pero la buena racha naranja terminó con una falta antideportiva señalada a Creus, que demostró lo importante que es jugar el quinto partido en casa, ya que un posterior ‘hachazo’ de Manzano a Olmos debajo de la canasta melillense no fue sancionado de la misma manera. 
Poco después, los locales volvían a retomar la iniciativa en el marcador. Hernández-Sonseca lideró a los suyos en ataque, y con 36-32 Tito Díaz pidió su primer tiempo muerto. 
Pero llegaba el turno de Suka-Umu que, con dos triples consecutivos, amplió las diferencias hasta el 44-34. Un contragolpe que culminó Gatell hizo todavía más daño a los herculinos, que con 46-34 se iban al descanso.
El parón sentó bien a los hombres de Tito Díaz, que salieron muy concentrados a la cancha. Sobre todo Zach Monaghan, que con dos triples consecutivos volvió a meter a los suyos en el partido (48-42).
El Leyma vió que la remontada era posible, y Ángel Hernández, también por detrás de la línea de 6,75, puso un 52-49 que obligó a Alejandro Alcoba a pedir un tiempo muerto.
Y aunque Suka-Umu volvió a aparecer para poner tierra de por medio (57-51), primero Monaghan (57-53) y luego un triple de Zyle (57-56) sirvieron para que el Leyma se colocara todavía más cerca de Melilla. Así, el cuarto terminó con 63-60 y las espadas en todo lo alto.
Llegaba el parcial definitivo. Y el Leyma siguió sumando. Ángel Hernández anotaba de tres para el 67-65, y posteriormente Sergio Olmos, con dos tiros libres, logró la igualada (67-67). 
Quedaban siete minutos y medio, el tiempo en el que iba a decidirse esta larga serie de cinco partidos.
Melilla dio la réplica con dos canastas de Gatell (71-67). Y los árbitros también jugaron su papel. Primero, con una falta señalada a Olmos y que fue sancionada con banda, cuando el pívot naranja había conseguido canasta (que fue anulada) y opción de tiro libre. Y más tarde, con una falta de ataque a Burjanadze, que impactó en un Suka Umu que, quizás se acercó mucho e hizo demasiado teatro.
Los melillenses se llegaron a poner con siete arriba (76-69 y 83-76), pero el Leyma resistió y, con 83-80 y posesión, a falta de 35 segundos, los coruñeses desperdiciaron un ataque y la aventura se acabó.
Al final, 88-82, conato de ‘tangana’ y policía sobre la cancha (con, cómo no, el ‘angelito’ Manzano por medio), y triunfo local, que será el que juegue la final de este playoff de la LEB Oro contra Huesca. 

Acabó una bonita aventura

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