La zona de dársenas de la estación de autobuses acusa la falta de conservación

La zona de dársenas de la estación de autobuses acusa la falta de conservación

El buen aspecto de la terminal de la estación de autobuses contrasta con la situación de la zona de dársenas, en la que la realidad cambia y la infraestructura presenta una cara menos acogedora fruto de la falta de mantenimiento y el vandalismo.
Por este espacio pasan a diario miles de personas, que mientras esperan para coger los autocares deben soportar las incomodidades de esta zona. Una de las principales reclamaciones procede del vandalismo. Esto se debe a que las paredes, bancos y otros elementos están cubiertos desde hace tiempo por pintadas.
La falta de mantenimiento y limpieza, además de la insuficiente vigilancia, provocan que esta situación se mantenga, deparando una imagen de abandono que los viajeros soportan mientras esperan o que se convierte en la primera imagen de algunos visitantes al poner el pie en la ciudad.
Sin embargo, esta falta de cuidados en paredes y bancos no es exclusiva de estos elementos, sino que el suelo de las dársenas está muy desgastado y ha perdido casi todo su color.
En esta planta baja de la estación el mejor estado lo presenta el pavimento por el que circulan los autobuses y los espacios habilitados para dejar y recoger viajeros, ambos renovados durante el anterior mandato municipal. Sin embargo, la zona en la que los autocares estacionan mientras no realizan ningún servicio conserva los antiguos adoquines, entre los que crece la hierba, que en los márgenes lo hace de manera descontrolada.
Aunque las dársenas están cubiertas, otra de las quejas históricas es el frío que sufren los usuarios en invierno mientras esperan en esta zona ya que el resto de espacios están abiertos.

contraste
La situación en la zona de las dársenas contrasta con la parte superior, en la que está la terminal. Aquí la infraestructura presenta un aspecto algo más moderno y apenas cuenta con desperfectos. El más destacado de ellos es que la barandilla situada en las escaleras de acceso desde el aparcamiento hasta la terminal lleva tiempo con una cinta policial y también precinto.
Esta parte de la estación de autobuses presenta un mejor aspecto porque recibió diversas mejoras de accesibilidad que concluyeron a finales de marzo del año pasado, todavía con el Partido Popular al frente del Gobierno municipal.
Entre otros trabajos figuran una rampa de acceso en la fachada principal para adecuar esta zona a las necesidades de personas con movilidad reducida o aquellos con maletas. Además, se mejoró y acondicionó el espacio exterior, entre la fachada y la calle Caballeros y se creó un porche con un panel interactivo con luces que identifican lugares de la ciudad.
También se mejoró el acceso a las dársenas desde Pérez Ardá con portalones exclusivos para peatones, semáforos y pasos de peatones, y la Xunta instaló dos ascensores que conectan la terminal con la zona de salida y llegada de los autobuses.

La zona de dársenas de la estación de autobuses acusa la falta de conservación

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