Una vuelta de tuerca y un buen maridaje para convertir la tradición en alta cocina

Una vuelta de tuerca y un buen maridaje para convertir la tradición en alta cocina
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Ni nombres raros ni ingredientes exóticos. Para hacer buena cocina no es necesario grandes experimentos, sino conocer la buena materia prima y tener muy claro lo que se quiere hacer. Y es que el éxito de muchos platos está en la sencillez, aderezada con un toque de imaginación y creatividad. Esa es la base, por ejemplo, de las recetas que elabora la coruñesa Iria Sineiro, cocinera del restaurante Boavista, en el edificio del Casino Atlántico. Sus propuestas parten de la tradición, de los productos de la tierra, incorporando toques novedosos que consiguen resultados sorprendentes.
Y sorprender, precisamente, es lo que espera la próxima semana en la tercera edición del concurso “Gourmetapa”, de Estrella Galicia, que se celebra dentro del Salón de Gourmets, en Madrid. A esta cita lleva su “Churrasco Red Vintage”, una propuesta que parte de la costilla de cerdo para crear un plato de maridaje perfecto con esa variedad de Estrella Galicia, y que le ha valido el pase directo a la final de este certamen.
Esta vez apuesta por presentar un plato tradicional: una costilla a baja temperatura, glaseada con cerveza, tomates a la brasa, patatas confitadas con trufa, un pan de brona teñido de verde y espuma de queso de O Cebreiro.

segunda participación
No es la primera vez que las recetas de esta joven coruñesa conquistan en la selección previa de este concurso. El pasado año, Iria llegó también a la final con su Focaccia de pimientos de Padrón y croca de ternera gallega. De nuevo, productos de la tierra, reinventados con un toque especial. “Me vine de vacío, pero este año espero tener más suerte” confiesa, días antes de la  final, que se celebrará mañana y el miércoles. Dice que el nivel es “muy alto”. El año pasado tuvo que enfrentarse a concursantes de Top Chef y Master Chef, entre otros grandes espadas de la cocina española.
En la final, tendrá 30 minutos para presentar el plato. Por eso, cuenta, tiene que llevar todo preelaborado. “Allí solo tenemos tiempo de terminar y montar el plato. Hay que hacer unas 20 raciones”, cuenta la joven, que dice que este año va, “con más seguridad porque ya sé lo que es”. Tendrá que conquistar a los expertos paladares que conforman el jurado, entre los que habrá grandes cocineros, periodistas especializados, además de directivos de la organización del certamen.

Una vuelta de tuerca y un buen maridaje para convertir la tradición en alta cocina

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