Los vecinos no participarán en el proceso para escoger a los nuevos nombres del callejero

A partir de las siete de la tarde de hoy, la plaza de Millán Astray pasará a convertirse en la plaza de As Atochas. “Será un acto especialmente bonito, ao que está convidada toda a cidadanía”, comentó el alcalde, Xulio Ferreiro. El nombre que lucirá la plaga fue escogido por la corporación local en 2009, siguiendo los consejos de la comisión de expertos que redactó el informe sobre la Memoria Histórica. Esto supone un cambio con respecto al plan original del Ayuntamiento, que incluía la participación vecinal. 
Según el alcalde, al final han decidido recurrir a la lista de 2009 por motivos prácticos, dado que ya están aprobados y se basan sobre todo en nombres tradicionales. Aunque manifestó que se hablará con las asociaciones, ya no se trata de la idea original que el Gobierno local había sopesado, que tenía incluso un componente lúdico. “Buscamos un camiño que implique non só o cambio sen máis dos nomes das rúa. Queremos aproveitar para homenaxear as vítimas, que a cidade participe na divulgación da memoria histórica, que sexa unha festa”, había dicho el alcalde. 
Tras muchas deliberaciones, se han decidido por esta vía, que permitirá cumplir con la legislación, probablemente de una manera más rápida y generando menos polémica. Además, quieren finalizarlo cuanto antes. La fecha original era tenerlo finalizado antes de que concluyeran los primeros cien días de su mandato, pero ha sido imposible. De todos modos, Ferreiro espera que, de aquí a final de año, el callejero coruñés se ajuste en su mayoría a lo estipulado en la Ley de Memoria Histórica.

El año que viene
Pero el alcalde ha decidido aguardar a descubrir algunas placas para el momento adecuado, así que el proceso no se completará hasta el año que viene: “Por motivos simbólicos, ou porque coincidan con algún aniversario, haberá algunhas inauguracións que se deixarán para o exercicio que vén”. 
Para los miembros de la Comisión da Memoria Histórica, mañana será un día para recordar, después de un largo proceso que comenzó en 2010, cuando se decidió retirar la estatua del general franquista que dominaba la plaza, acto que suscitó numerosas protestas de antiguos legionarios, que consideraban que la efigie merecía permanecer allí como fundador de la Legión.
Otro hito importante fue la sustitución del nombre del Hospital, que pasó de llamarse Juan Canalejo a Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Sin embargo, Canalejo, un militante fascista conocido por reventar manifestaciones a punta de pistola, sigue siendo recordado en una de las calles del centro de la ciudad, según recuerda la Comisión.

Los vecinos no participarán en el proceso para escoger a los nuevos nombres del callejero

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