Los vecinos esperan que la aprobación de los presupuestos sea el fin de la parálisis

Dentro de un mes hará un año desde que el alcalde, Xulio Ferreiro, empuñó el bastón de mando en un gesto de triunfo. Pero en todo ese tiempo, su gestión se ha traducido en pocos avances reales. “Decepcionante”, “una ciudad parada”, “parálisis”, son algunos de los términos que emplean diez portavoces de los barrios que han sido consultados para describir la situación actual. La presidenta de la Federación de Vecinos, Luisa Varela, lo resume al considerar que ha sido “un paso atrás”, pero desea que la aprobación definitiva de los presupuestos municipales en el pleno de mañana desbloquee la situación . 
Porque todos tienen en sus respectivas zonas infraestructuras que esperan que se construyan o daños que quieren que se solventen. Por otro lado, existe el reconocimiento unánime de que la política local se ha vuelto mucho más animada, tras contemplar como la Marea Atlántica se enzarzaba en una disputa eterna con la misma oposición que necesitaba para sacar adelante los presupuestos, lo que ha generado críticas a todos los partidos políticos por su incapacidad para llegar a un rápido acuerdo. 

desencuentros
Por su parte, el Ayuntamiento ha tratado de llevar a cabo siempre una política de acercamiento a los barrios, pero no siempre con acierto y su relación con el movimiento vecinal se enfrió un tanto desde que trascendieron las declaraciones que el jefe de gabinete de la Alcaldía, Iago Martínez realizó durante un encuentro organizado por Barcelona en Común el 16 de abril. En ellas reconocía la representatividad de las asociaciones de vecinos, pero las consideraba “uno de los principales frentes de oposición, entre otras cosas porque intentamos desordenar ese espacio de vecinos a través de nuevos canales de participación”.
 El motivo de esta estrategia es que, según Martínez, el movimiento vecinal está “tradicionalmente y absolutamente cooptado por asalto por el BNG, por convenio (el PSOE) o por liberalización, que es la vía optada por el PP, que durante cuatro años se dedicó a crear un circuito paralelo de movimientos vecinales”. Una declaración que suscitó el rechazo en bloque de los vecinos, que aseguran ser independientes.