El vandalismo y el abandono se ceban con la explanada de La Marina

El vandalismo y el abandono se ceban con la explanada de La Marina
QUINTANA. HIERBA ALTA EN LA MARINA

“Está para levar pastar ás vacas”. Con esta frase lapidaria, una señora que caminaba por La Marina comentaba la impresión que le producía el aspecto de abandono de las zonas verdes de lo que pasa por ser la nueva sala de estar de los coruñeses, en pleno corazón de la ciudad. Tampoco el mobiliario urbano causa una mejor impresión, porque los vándalos se han cebado con los carteles y los juegos infantiles que fueron inaugurados hace solo unos meses, y nunca han recibido el debido mantenimiento. El Ayuntamiento alega que el estado de La Marina es una consecuencia directa del limbo legal en el que se encuentra. 
Porque la zona peatonal de la obra más significativa del mandato de Carlos Negreira nunca fue recepcionada por el actual Ayuntamiento, que insistía que se realizó sin la preceptiva licencia. Fueron más de un año de obras y cerca de 5,6 millones de euros los que invirtieron en peatonalizar una extensión de 30.000 metros cuadrados, comprendida entre el edificio de Correos y Puerta Real. 
Desde la llegada de la Marea a María Pita, ambas instituciones han mantenido un tira y afloja constante, que se ha traducido en la demora de la apertura del túnel de O Parrote hasta hace poco más de un mes, y en el que se han mezclado otros temas importantes, como la urbanización de los terrenos portuarios una vez toda la actividad se haya desplazado al Puerto Exterior. Pero el Ayuntamiento asegura que mantiene negociaciones con la Autoridad Portuaria para solucionar este problema. Desde que se abrió el proceso hasta ahora, las conversaciones están muy avanzadas y se espera llegar muy pronto a un acuerdo que desbloquee la situación.

daños
El fruto de todo ese trabajo y dinero ahora parece deslucido a consecuencia de los actos vandálicos a manos de anónimos grafiteros que, provistos de esprais, se han encargado de dejar su impronta en la cartelería y los toboganes. También aparecen rotas prácticamente todas zonas acristaladas de O Parrote, como las vallas que protegen los accesos al aparcamiento subterráneo, o las lunas de las tiendas aún por abrir. Pero no todo es culpa de los vándalos: algunas de las farolas de hierro que jalonan la calzada, cuentan con un estilizado diseño que se ha revelado poco resistente: por lo menos uno de los postes ha tenido que ser asegurado en lo que parece la versión a gran tamaño de una cinta americana. 
En cuanto al mantenimiento deficiente de las zonas verdes, no deja de ser llamativo en una obra que fue criticada en su día por la falta de vegetación, dado que muchos usuarios lamentaban la falta de árboles que dieran sombra. De todos modos, el Ayuntamiento anuncia que, a partir de la semana que viene, la Concejalía de Medio Ambiente procederá a las tareas de desbroce, sin esperar que el traspaso de La Marina sea efectivo.

El vandalismo y el abandono se ceban con la explanada de La Marina

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