“Las universidades laborales fueron una gran revolución”

“Las universidades laborales fueron una gran revolución”
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Cándido Moreno ha dedicado toda su vida a la pedagogía. Importante fue su labor como docente en las universidades laborales de Cheste y A Coruña, donde, en esta última, además, fue director decano. Unos años que marcaron no solo su desarrollo como profesional sino que sirvieron para impulsar el crecimiento de una institución que llegó a tener más de 800 alumnos, “con muy buen currículum”.
“En la laboral estudiaban los hijos de los obreros de toda España, que no tenían medios. Se les daban unas becas, que le subvencionaba todo, pero se les exigía una nota media muy alta y una superación continua. Eran un inventivo y un esfuerzo personal”, explica Moreno. Toda la trayectoria de las laborales, incluida la de A Coruña, que acaba de celebrar su 50 aniversario, es la que recoge este compilador en su último libro.
Bajo el nombre de “Crucero Baleares” se inauguró la escuela de Culleredo en octubre de 1964. Un centro que se distinguía por impartir especialidades como la marítimo-pesquera, frío, ingeniería técnica naval, mecánica, y electrónica. Pero dice quien fuera su director que lo más importante no eran los estudios “sino la formación que se les daba a los jóvenes en el internado”.
Cándido Moreno presume de haber conseguido que la laboral coruñesa fuera una cuna de la democracia, a pesar de ser un centro franquista. “Queríamos inculcar ciertos valores que entonces no estaban bien vistos. Yo me jugué el puesto por esto y me quisieron echar”, explica.

forjar hombres
“Lo importante, más allá de formar profesionales, era forjar hombres” continúa el docente, que señala que los alumnos tenían otras tantas actividades complementarias a su formación que se consideraban igual de importantes que las curriculares.
Para ello se buscaba que los formadores fueran verdaderos especialistas. Dice Cándido Moreno que aquí se introdujo por primera vez la figura del psicopedagogo y el orientador. “Había un profesional cada 40 alumnos. Cuando después de me fui al instituto Eusebio da Guarda, era yo solo para cientos de alumnos”, puntualiza. Por ello cree que las universidades laborales fueron toda una revolución de la época. “Fueron una aventura político-religiosa irrepetible”, subraya.
En este último libro, Moreno explica toda la formación que se daba a los jóvenes de la época y recuerda todos los cambios que ha sufrido el centro en este último medio siglo. “Todo es distinto, ahora ni siquiera es un internado”, señala. “Repasamos fotos del año 1974 y eran todo hombres. El año pasado hicimos una reunión y las encargadas eran todas mujeres. ¡Todo ha cambiado tanto!”, insiste el antiguo decano.
En este repaso tampoco pasa por alto nombres importantes de la historia de la laboral. “Por allí han pasado rectores como Senén Barro, grandes periodistas como Manuel Ferreiro, alcaldes, como el de Culleredo, Julio Sacristán, que fue educador, y otros miembros conocidos como Manuel Monge”. Algunos han participado en este libro.
“Hasta los bancos de la iglesia que teníamos en el centro me los he encontrado en las Capuchinas”, bromea.  

“Las universidades laborales fueron una gran revolución”

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