Una veintena de niños coruñeses trazan en la Seoane un croquis sobre Palma

Una veintena de niños coruñeses trazan en la Seoane un croquis sobre Palma

Tal y como decía la canción, una veintena de locos bajitos viajaron ayer hasta Mallorca sin necesidad de tomar el barco o el avión. “Sen moverte do sofá” les llevó al paraíso balear sin tiempos de espera y con el ordenador como medio de transbordo.

La actividad organizada por el COAG y el grupo Arquitectives permitió al grupo de chavales sumergirse en el mediterráneo a través de una conexión por Skype con otros tantos mallorquines y entre todos bombardearon el sistema con preguntas sobre Palma y A Coruña, cuestiones que les sirvieron para hacer su croquis particular sobre cada sitio.

Lejos de lo que destacan las guías de viaje, su visión de la isla tenía más que ver con un sitio tranquilo y transitable con campo de fútbol y carril bici y la posibilidad de llevar mascota en el taxi. Por su parte, los niños mallorquines pudieron conocer sin saltar a la península cómo la ciudad que mira de frente al Atlántico guarda grandes espacios bordeando al mar para jugar al balón.

La actividad que ya tuvo una experiencia piloto entre Palma y San Sebastián amplía ahora el mapa para incluir a bordo a los pequeños coruñeses que tendrán una próxima cita con Madrid. Antes, los que participaron en la primera sesión se llevaron en el bolsillo datos interesantes como la relación de la isla con el agua salado y la repercusión que trae consigo la masa de turistas que cada año conquistan el castillo de Bellver, al que pudieron acceder desde el PC sin pasar por caja.

La sesión finalizó con la construcción a través del sistema Lupo de dos de las fachadas que hacen más bonita la isla. La de la lonja y la del Palacio de la Almudaina. Fue así como se enfundaron un casco y levantaron con poliespán estos dos edificios mientras que los mallorquines se atrevían con la Torre.

El coordinador de la iniciativa, Fermín Blanco, explicaba que la idea es fomentar la masa crítica, que las criaturas no asuman porque sí cualquier plan urbanístico que les toque de cerca y que sepan valorar si está bien o mal. En definitiva, que no sean sumisos ante lo que ven sus ojos y opinen acerca del paisaje cambiante con el que se levantan cada día.

La idea, decía Blanco, es trasladar “Sen moverte do sofá” a las otras ciudades gallegas con el fin de que los pequeños se familiaricen con el puente de Rande y la muralla lucense sin dar más pasos que los que le llevan a la Fundación Seoane, que funciona como centro de operaciones.

Es así como los organizadores piden apoyo a las instituciones para poder usar sus instalaciones de cara al futuro y abarcar más territorio. Aunque para la siguiente cita con Madrid están ocupadas todas las plazas, Fermín Blanco señala que van a buscar la forma de que se puedan volver a repetir los talleres. En este sentido, además de un ordenador conectado a Google Earth y Street View, los niños interactúan con los del otro sitio hablando en gallego y en catalán. Intercambiando tradiciones y puntos de vista. En un encuentro que termina con un contacto vía postal.

Para ello, los de esta parte del mapa tuvieron que rellenar un trozo de cartulina con algo que representara a su ciudad. Con la visión que cada uno tiene del sitio donde mastica chicle. En los próximos días, ellos mismos recibirán una vista de las cuevas del Drach o de la Alcudia.

Cuenta Blanco que en junio conquistarán Las Ramblas, a la espera de que se sumen los fichajes gallegos. Con poliespán, una computadora y el placer de viajar sin desplazarse.

Una veintena de niños coruñeses trazan en la Seoane un croquis sobre Palma

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