Una decena de entidades se unen para pelear por la biblioteca de Monte Alto

El futuro inmediato de la biblioteca pública de Monte Alto se decidirá esta tarde en una asamblea, pero la Asociación de Vecinos Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules sabe que cuenta con el apoyo social para casi cualquier decisión. Ayer mismo, más de una decena de colectivos que se consideran perjudicados por el gobierno municipal se le sumaron para exigir que el servicio se mantenga en activo. Por el momento han conseguido el compromiso del Ayuntamiento de recibirlos la próxima semana.

Una semana después del cierre temporal de la biblioteca de Monte Alto en protesta por la retirada de un convenio municipal que permitía pagar a una empleada, la asociación de vecinos instó ayer a todos los coruñeses a acudir a la asamblea que celebrará hoy a las 20.00 horas en el pabellón del colegio Curros Enríquez. Allí se decidirá qué hacer con el servicio público, que los vecinos sufragaban casi a partes iguales, o las acciones de protesta que se pondrán en marcha. “O que non sexa socio terá voz pero o voto será para os socios”, aclaró el presidente de la entidad, Alberte Fernández.

A expensas de sumar un gran apoyo contra lo que Fernández tachó de “aldraxe, intimidación e persecución” del Ayuntamiento a organizaciones contestatarias con su política, ayer consiguió que más de una decena de colectivos se sumaran a su causa. Los representantes de Galicia, Mellor sen Touradas; Comités Abertos; Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y Área Metropolitana y las asociaciones de Oza-Gaiteira-Os Castros y Palavea; Arquitectos sen Fronteiras o la Asociación Cultural Alexandre Bóveda, entre otros, mostraron su disposición a luchar por “unha biblioteca de referencia” y contra la “barbarie que supón pechar lugares de cultura”.

Todos se consideran perjudicados frente a otras entidades de reciente creación a las que criticaron porque, según creen, reciben ayudas por su color político. Así, el colectivo vecinal seguirá adelante con la reunión pese a que el cierre ha servido para que la edil de Cultura acepte negociar con ellos una posible solución en un encuentro el día 30.