El temporal obliga a cerrar parques y jardines durante toda la jornada

El otoño apenas ha hecho más que empezar y los temporales ya han empezado a asomar por la ciudad. Bien es cierto que hace una semana –e incluso menos– las playas coruñesas estaban llenas de gente, apurando los últimos días de más de 20 grados, pero lo de ayer fue una bofetada de realidad.
Estaba anunciado, eso sí. Nadie podrá decir que el temporal le pilló por sorpresa a no ser que no escucharan las advertencias previas. No obstante, probablemente la fuerza del viento que azotó A Coruña –y que pudo superar en algún momento los 100 kilómetros por hora– fue algo inesperado para muchos.
Esta circunstancia obligó al Gobierno local –los dispositivos municipales de prevención trabajaron durante la noche anterior– a adoptar la decisión de cerrar a cal y canto los parques y los jardines de la ciudad para evitar cualquier incidente desagradable.
Los mantuvo así durante todo el día. El temporal que afecta a la costa y que hizo que el 112 activara la alerta naranja así lo recomendaba. 
Pero no solo estas zonas verdes y de ocio se vieron alteradas por el vendaval y la lluvia, sino que la Torre de Hércules también tuvo que cerrar sus puertas por el mismo motivo. En cualquier caso, la amenaza, al menos para los transeúntes, no pasó del mediodía. 
El sol comenzó a abrirse paso entre las nubes y el viento fue relajando el frenético ritmo con el que había iniciado la jornada para ir poco a poco dando una tregua a los vecinos. De todos modos, el Ayuntamiento continúa pidiendo precaución a la ciudadanía, ya que las malas condiciones meteorológicas harán que se mantenga activo el dispositivo “para evitar situacións de risco” en las próximas horas, aunque Meteogalicia ha rebajado a nivel amarillo la situación para el día de hoy.