Los técnicos sanitarios de ambulancia denuncian un aumento de agresiones

Los técnicos sanitarios de ambulancia denuncian un aumento de agresiones

A principios de febrero, la Asociación Galega de Técnicos en Emergencias Sanitarias (Asgate) denunció una agresión a un conductor de ambulancia. La mujer a la que había acudido a auxiliar,  y su madre le gritaron y la primera le rompió las gafas con una botella de agua. Pero el presidente de la asociación, Emilio Francos, asegura que no se trata de un hecho asilado. “Últimamente, estamos notando un aumento en las agresiones. En A Coruña hay cuatro o cinco casos judicializados”. 
Francos reconoce que no es habitual que se llegue a una agresión física: lo mas normal suelen ser las agresiones verbales pero que generan tensiones tan fuertes que a veces causan estrés postraumático”, asegura, generan estrés en los trabajadores, pero sí mantiene que cada vez son más frecuentes los enfrentamientos con los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES). “Nosotros conocemos esos cinco casos, pero puede haber más, porque las denuncias se tramitan a título personal. Sanidade no te respalda. Nos sentimos un poco indefensos”, explica el presidente de Asgate. 

el doble de servicios
Lo que ocurre bastante a menudo es que las personas a las que acuden a auxiliar estén molestas por una razón u otra. Francos asegura que los TES los que tienen que soportar el malestar del público por los recortes sanitarios que también ellos sufren.  “El personal es el mismo, las ambulancias son exactamente las mismas que hace 15 años, pero hay mucha más demanda de asistencia sanitaria”. Es más, según el representante del sector, se ha tenido que incrementar el número de servicios que realizan diariamente: “Si antes una ambulancia hacía 20 servicios al día, ahora está haciendo 40”.   
Este incremento de trabajo es, en opinión de Francos, consecuencia de los recortes. “Porque Atención Primaria está saturada, se usa más el sistema de Urgencias”. Y, en muchos casos, los primeros en entrar en contacto con el paciente son los TES. Para cuando llegan, el paciente en muchos casos está furioso con todo el sistema sanitario, en general, pero son ellos los que tienen que afrontar su enfado.  
Francos se pone en su lugar: “Llegamos más tarde, somos la primera respuesta pero primero  llamó a la puerta de la Atención primaria que no le dio cita cuando quería, sino dentro de varios meses. Y nosotros no le solucionamos su problema porque lo único que hacemos es llevarla a la Casa del Mar o al Hospital”. 
Este “cabreo generalizado” se une a las molestias habituales derivadas de un servicio de urgencia, que muchas veces tiene que aparcar de cualquier manera, para llegar lo más cerca posible de la persona que precisa su servicio. “Hay siempre dificultades: doble fila, o no se puede aparcar y hay pivotes en las aceras, así que aparcas en las entradas de garajes o en los pasos de cebra, o donde puedes”, explica Francos.  
 De hecho, aparcar en la entrada de los garajes es una de las causas de queja más graves. “La gente va justa para su trabajo,  si le tardas un minuto es un mundo si le tardas más no tiempo ya tiene más paciencia”, aseguran desde Asgate. n
 

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