Los sospechosos de esclavizar a sin techo les tramitaron ayudas públicas

Ninguno de los seis sin techo que la Policía Nacional supuestamente rescató de un clan gitano de la Conservera Celta que se dedicaba a hacerles trabajar como esclavos cobraba ninguna ayuda pública hasta que sus secuestradores se ofrecieron a tramitársela. Ésa es una de las conclusiones que se sacaron de las declaraciones de los testigos ante la jueza, en la vista preliminar. Las víctimas son todos personas en riesgo de exclusión social, muchos de los cuáles sufrían minusvalías, pero fueron sus presuntos secuestradores los que les explicaron que tenían derecho a una prestación social y les ayudaron con el papeleo. A cambio, supuestamente, de una gran parte, que podría rondar los 300 de los poco más de los 400 euros que supone la Renta de Integración Social de Galicia (Risga).
Estas personas habrían sido acogidas por los sospechosos, bajo la promesa de un empleo, y lo cierto es que realizaron algunos trabajos, de manera que es posible que prospere la acusación de explotación laboral. Pero  el secuestro es otra cosa: la última víctima del clan gitano del que se sospecha que se dedicaba a esclavizar a indigentes testificó ayer ante el juez. En realidad, se esperaba que fueran dos los que testificaron, pero uno de ellos no pudo ser localizado. La víctima ratificó que había recibido de sus captores y que éstos le impedían marcharse. En dos ocasiones consiguió librarse de ellos, pero siempre le encontraban e iban a buscarle.
Sin embargo, su testimonio presentaba también puntos débiles, como el hecho de que los secuestradores le permitieran tener teléfono móvil, hablar regularmente con su madre y acudir a la farmacia a buscar sus medicinas. También lo llevaban con ellos a las ferias, donde había presencia policial, a la que nunca recurrió.
A pesar de todo, su declaración sigue siendo la más incriminatoria, sin contar con la de otra víctima que relató el martes de la semana pasada ante la misma jueza que era obligado a trabajar en jornadas maratonianas y encerrado en condiciones higiénicas deplorables en un cobertizo durante año y medio.

retractación
El resto, se han retractado o aseguran que no recuerdan nada, como la víctima que descubrió toda la trama: se trata de un sordomudo que había acudido a Cruz Roja acompañado de los sospechosos y, una vez allí, había explicado a las trabajadoras lo que estaba ocurriendo.
Sin embargo, la semana pasada aseguraba que era incapaz de recordar nada de un cautiverio que habría pasado en el poblado de la Conservera Celta o en poblado de Ledoño, en Culleredo, como había dicho a la Policía.