Solemnidad y tradición en el Domingo de Ramos

Tambores, paso lento y solemne, silencio absoluto y expectación entre el público. Así comenzaba ayer el Domingo de Ramos en la ciudad, haciendo honor a la más arraigada de las tradiciones.
A las once de la mañana partía la procesión de La Borriquilla desde la iglesia de Los Capuchinos, en Federico Tapia. Cientos de fieles y buena parte del gobierno local, con el alcalde, Carlos Negreira, a la cabeza, tomaron parte en esta procesión, que recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén. Ramos de olivo y palmas acompañaban al paso, que culminó su recorrido en la plaza de Vigo.  Los cofrades de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora del Rosario o de la Divina Pastora –organizadora de la procesión– fueron los encargados de transportar la imagen durante la procesión.
Ya por la tarde, la procesión del Ecce Hommo Cautivo, organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro, recorrió el centro desde el templo de la Orden Tercera hasta la Ciudad Vieja con las imágenes de Jesús preso y de San Juan. El programa de Semana Santa continúa hoy con la procesión del Amor, el Perdón y la Misericordia, a las 21.00 horas desde la Orden Tercera, y el encuentro de música religiosa, a las 20.00 horas en la Colegiata.