“Siempre hemos sido muy grupo y las individualidades han quedado por debajo”

La última vez que abrieron las ventanas de su estancia roja en Galicia fue en las fiestas de Noia. Fue una versión acústica como la de esta noche, donde sus acordes serán la traca final de una nueva jornada de pop rock en San Nicolás, que comenzará a las 20.15 con Say my name. La banda local acaba de sacar del horno su primer disco. The Trunks llevarán su indie rock a la plaza a eso de las 21.15 y Sensacional aportarán sus doce pequeños himnos a una ensalada, que terminará a las 23.30 horas con los de Valencia. 
Su cantante Jorge Martí está contento de tocar en el primer Noroeste expandido y de celebrar sus 20 años en un trozo de historia reconvertido en escenario, donde el grupo repasará parte de su trayectoria: “Es distinto a cuando tocamos con la banda, más desenfadado porque vas contando anécdotas”, como cuando un manager les advirtió que eso del triunfo se pagaba caro y que era muy difícil levantar copas en esto de la música. Después de dos décadas en la carretera, La habitación roja pueden presumir de hacerlo, amasando un pastel que salió esponjoso porque “siempre hemos sido muy grupo y las individualidades han quedado por debajo. La ilusión de las canciones siempre nos ha movido”. 
En este sentido, el guitarrista asegura que “nos venimos arriba con facilidad y esa emoción es difícil de mantener y, sobre todo, de fingir. Si no la tienes, es complicado seguir”. La banda que competirá haciendo ruido con Coque Malla, en San Antón, y El Meister, en las Bárbaras, reconoce que su sonido se ha vuelto sofisticado con el tiempo. Ellos partirán de la premisa de saber “cómo empiezas, porque siempre arrancamos con el tema ‘Mi habitación’, pero no cómo acabas”. Toca improvisar y La habitación roja se suele saltar el guión para aceptar peticiones. 
En todo este tiempo, el grupo dice haber sabido mantener la esencia melancólica que regresará en septiembre con una nueva entrega que puede que hoy adelanten. En ese mes, saldrá lo que Jorge califica como “mediterráneo” porque desde el norte más norte donde vive, en Noruega, el cantante sufre de morriña. 
Por eso, salen a la palestra la luz y las añoranzas de su tierra que es al fin “lo que tú eres”. Eso, confiesa, queda en las canciones: “Contamos un poco lo que nos pasa y llegamos a la gente porque estamos hechos del mismo material”. Con 20 años en la guantera, el líder afirma que pasan por su mejor momento: “Quién nos lo iba a decir”. Pero es verdad. Prueba de ello, es que son los únicos que aún laten de un millón de formaciones que comenzaron a disparar canciones a finales de los 90. El directo de esta noche vendrá a confirmarlo: “Tocar en Galicia siempre nos ha traído cosas buenas”.