¿Cómo sería A Coruña sin Riazor ni Oza?

¿Cómo sería A Coruña sin Riazor ni Oza?
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La organización científica norteamericana Climate Central difunde en su web un mapamundi que se alarga y se encoge en función de si los efectos del calentamiento global son mayores o menores y aunque los baremos son orientativos, el portal pone en bandeja una realidad que el  propio ministerio de Medio Ambiente advierte desde hace tiempo. La poca conciencia humana tendrá consecuencias no muy lejanas. 
Y es que en 2050, la costa retrocederá, según el Gobierno central, hasta 30 metros, una cifra que traducida a la morfología coruñesa supone la desaparición de, entre otros emblemas, Riazor o el propio paseo de O Parrote y el puerto. 
Si se tiene en cuenta que cada centímetro que sube el nivel del mar es un metro menos de tierra atlántica, los 2,5 centímetros más por década que apuntan desde GCiencia, el proyecto creado por los periodistas Eduardo Rolland y Pablo López, serían en la práctica más de diez metros en 2050, algo que se aleja de las predicciones del Ministerio, pero que ya supondría muchos cambios en la ciudad, donde Los Cantones estarían pasados por agua. 
Por otra parte, con un golpe de ratón y poniéndose en el caso de que la Tierra aumente entre dos o cuatro grados, que es lo está previsto que suceda en relación a las temperaturas previas a la industrialización, la comunidad de investigadores dibujan de forma interativa a una ciudad sin todas sus instalaciones portuarias. En su radiografía, no habría dársena ni pantalanes. Tanto los de Oza como los del dique de Abrigo serían parte del recuerdo, junto con O Parrote. Por su parte, en la península de la Torre, las cresta de sus acantilados quedarían inundados, igual que el Acuario y la playa de Las Lapas, que se escaparía del horizonte de la mano de Matadero, Riazor y Orzán. Siguiendo la línea del mar, Las Esclavas y el paseo de Ronda se verían invadidas por masa acuosa. Tambien, los tres islotes que saludan a la altura de O Portiño, O Pé, Vandabal y Aguión. Se irían del horizonte con el pequeño puerto. 
Aunque el programa es orientativo y responde a parámetros que dependen del cambio de actitudes de los ciudadanos, lo cierto es que la aplicación permite comprobar que la ciudad será víctima en un poco espacio de tiempo del mal manejo que se está haciendo del planeta. 
A esto hay que añadirle la forma que tiene y que ayuda a que el mar se coma costa con facilidad y los temporales, que serán claves para que todo esto se precipite. Los expertos apuntan a que en las próximas décadas habrá más frecuencia de ciclogénesis explosivas y el oleaje azotará con fuerza. 
Esto es, que el aumento del nivel del agua se verá arropado por las inclemencias y las mareas vivas, un incremento que se debe a que al calentarse los océanos, se dilatan como cualquier otro cuerpo aunque la población relacione este efecto con la reducción de los casquetes. En la subida del nivel sí afectará el deshielo en la Antártida, que descansa sobre superficie. El Ártico, por su parte, no implicará cambios al deshacerse por ser hielo sobre agua.
Los padres del ingenio, Climate Central, son una comunidad de científicos, periodistas y divulgadores que se dedica a la difusión de estudios e informes sobre este campo y el clima. En su hacer está demostrar con datos la importancia de alcanzar un acuerdo mundial para dar pasos hacia adelante y nunca hacia atrás.

¿Cómo sería A Coruña sin Riazor ni Oza?

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