Reportaje | De cómo la playa del Parrote se convirtió en el complejo de La Solana

Reportaje | De cómo la playa del Parrote  se convirtió en el complejo de La Solana
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El complejo de La Solana comenzó su andadura el 18 de junio de 1969 cuando el Ayuntamiento se entera por medio de un escrito de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia. En este se da a conocer otro que se cursa al comisario de la primera zona del Patrimonio Artístico y que señala lo siguiente. “ 1) Dicha Comisaría deberá requerir a la Empresa “Finisterre 
S. A”, promotora de las obras del Hotel Finisterre, en la zona del Parrote de esta capital, para que a través de dicho Organismo, se resuelva sobre las condiciones del Foso figurado en el proyecto. 2) Al propio tiempo se le comunica que toda obra que no esté comprendida en el proyecto aprobado por la Dirección General de Bellas Artes, precisa para su realización de la autorización de la misma, por lo que deberán suspender las obras de construcción que se hallan en esta situación, remitiendo los proyectos para su estudio y resolución que proceda”.
La Alcaldía debería consultar con los concurrentes si les parecía acertado el proyecto con respecto al foso previsto. Así, se entablarían conversaciones con la empresa constructora para conseguir conservar dicho foso por un  anillo o carretera de unos veinte metros de ancho, con lo que las murallas no quedarían agobiadas con las construcciones, no se privaría el paso al público por la parte inferior de dicha muralla y, además, sería una ventaja para la propia empresa, ya que se facilitaría el aparcamiento de los vehículos propiedad de los socios. Por ello, se pudo anunciar alguna conversación de carácter particular, invitando a la empresa para que fuese al Ayuntamiento al objeto de estudiar con la comisión –con la asistencia de todos los concejales que lo deseasen– una solución al respecto.

Suspensión de trabajos
En la sesión del 15 de julio de 1969 el Pleno conoció un escrito de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia, que databa del 23 de junio. Por él se daba traslado a otro dirigido con igual fecha al gobernador civil de esta provincia, haciendo constar, que teniendo conocimiento de que las obras que se realizaban por la empresa “Finisterre S. A”, en la zona del Parrote, del puerto de esta ciudad, no se ajustaban a lo aprobado por dicha Dirección General, se rogaba que se ordenase la suspensión de los trabajos que afectaban a las murallas y sus puertas, hasta que se resolviese sobre la situación que debía darse al foso.
En esta misma sesión, el pleno también conoció otro escrito del gobernador civil de la provincia, con fecha del 26 de junio anterior, por el que se transcribía otro del comisario de la primera zona del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional. 

Aprobación del proyecto
En este caso, se hacía constar que hallándose pendiente de cambio en la resolución sobre la situación en que habrían de quedar las murallas de A Coruña (monumento nacional) afectadas por las instalaciones deportivas del relleno en la zona del Parrote del puerto coruñés, dicho servicio nacional, al ser presentado un nuevo proyecto que dejaba no solo totalmente libres las murallas y sus puertas, –sin afectarles y por el contrario valorándolas con un paseo público entre las mismas y las instalaciones deportivas–, rogaba la supresión de la acción de interrupción solicitada en tanto por la Dirección General de Bellas Artes, no se dictaminase sobre la aprobación del referido proyecto, el cual, con el oportuno informe, fue cursado por dicha Comisaría de zona.
Pero meses más tarde el proyecto de reforma es aprobado y la playa del Parrote desaparece y en su lugar se alzan las instalaciones deportivas del complejo del hotel Finisterre-La Solana, que perduran hasta la actualidad cuando la Autoridad Portuaria, antigua Junta de Obras del Puerto, pretende la venta de ambos activos al mejor postor en una previsible subasta pública para amortizar la deuda asumida por la construcción del Puerto Exterior de Langosteira, cuyo municipio más favorecido es el de Arteixo y el más perjudicado el de A Coruña. 

Los terrenos
Estos terrenos no pueden ser devueltos a la municipalidad coruñesa de forma gratuita por contravenir la ley que los regula. Así, o se compran en subasta pública, o se llega a un acuerdo de intereses sobre replanteo del suelo en cuestión o, por último, cabe la compensación del cambio de terrenos propiedad del municipio por los de la Autoridad Portuaria. Pero nunca se podrán reclamar ni acceder a ellos sin una compensación económica o de intercambio de suelo por un valor similar.
De modo que la ciudad se quedó sin una de sus mejores playas urbanas para llevar a cabo la construcción de este complejo, pero a su vez el paseo marítimo tampoco respetó la complejidad del entorno y dejó inutilizada dicha playa para el futuro y al propio complejo lo situó en tierra firme por medio de los terrenos ganados al mar. Si el primero fue un gran error el segundo lo superó en todas sus consecuencias. l

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