Reportaje: La huella de los linajes coruñeses que queda grabada en piedra

Reportaje: La huella de los linajes  coruñeses que queda grabada en piedra
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A lo largo de la historia de la ciudad de La Coruña han sido varias las familias residentes en la urbe que han dejado su huella no solo con sus actos sino en los recuerdos en piedra que quedan salpicados en diferentes construcciones. La heráldica coruñesa tiene excelentes ejemplos, como los dos que se muestran a continuación.

Cotón de Castro
La casa palaciega de los Cotón de Castro, Pardo, Ribadeneira, Temes, Toubes y Moscoso está situada en un excelente lugar de la bahía coruñesa del paseo de las Jubias, en la ría del Pasaje y con vistas al amplio arenal de la playa de Santa Cristina a su frente. Su construcción puede remontarse al siglo XIX, lo que hace suponer que debió sufrir importantes alteraciones en su estructura, desde que en ella nació en 1761 don Manuel Pedro Cotón de Castro, bautizado en la entonces parroquial de Santa María de Oza.
Don Manuel Pedro Cotón de Castro y Llorente, hijo de don Antonio Jacinto Cotón de Castro y de doña María Ángela Llorente, era nieto don Manuel Ángel Cotón de Castro y de doña Inés Antonia Pardo Ribadeneira y Torres, biznieto de don Antonio Jacinto Cotón de Castro y de doña Luisa Jacinta Suárez de Marzoa y Freixomil, tataranieto del regidor de la Coruña don Juan Cotón de Castro y de su esposa doña Teresa de Mondragón y cuadrinieto del también regidor coruñés don Gabriel Cotón y de doña María Fernández de Mesía.
La piedra armera  que luce la hidalga casa de las Jubias, contiene en su primera partición, un castillo con la torre del homenaje y seis roeles y en punta el creciente lunar, que corresponde a Cotón de Castro. En el segundo cuartel, está el águila de los Pardo, los roeles de Castro, la cruz flor de lis de Ribadeneira y tres fajas superadas por una “T” coronada, que corresponde a la familia de Temes y también alude al linaje de Toubes, así como tres cabezas de lobo de los Moscoso, todos ellos del linaje de esta casa señorial.  
Martínez
En el templo románico de la iglesia coruñesa de Santiago, fuera de su primitivo lugar, se halla una magnífica lauda sepulcral de considerables dimensiones. Pertenece, según reza la inscripción, al maestre de campo Pedro Martínez y su mujer, Juana de Castro. Data del año 1658 y en sus armas figuran los linajes de Martínez, Bermúdez de Santiso, Ribera, Figueroa, Castro, Moscoso, Villardefrancos, Andrade y Sotomayor. Contiene bordadura con cadena. Su complicada armería, denota la época barroca de su máximo apogeo, en la cual fue realizada.
     Se trata de un escudo timbrado de yelmo con su campo partido y cortado de cuatro, el primero, castillo siniestro de un cuadrúpedo, (Martínez); el segundo cortado de un jaquelado (Bermúdez)  y un árbol acostado de dos cabras acompañado de una flor de lis, una estrella y un creciente figurado (Santiso); el tercero, tres fajas y una rosa (Ribera); el cuarto, cinco hojas de higuera (Figueroa) y brazo armado empuñando un estandarte (Villardefrancos); el quinto, seis roeles (Castro); el sexto, mufle de lobo (Moscoso); el séptimo, banda engolada (Andrade); y el octavo, fajas (Sotomayor). l
 

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