Hasta las más altas instancias del gobierno autonómico llegó la red investigada en la operación \“Zeta\” para conseguir las adjudicaciones de los concursos a los que se presentaban las empresas de la trama. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y varios conselleiros fueron destinatarios de correos electrónicos enviados por el presunto cabecilla, el empresario Gerardo Crespo, en los que este manifestaba su \“preocupación\” por que los proyectos no saliesen adelante y solicitaba ayuda de los altos cargos de la Xunta.
En el caso de Feijóo, el sumario de la investigación recoge dos mails que Crespo comienza con un \“estimado presidente\”. En el primero, de octubre de 2011, le comunica su \“preocupación\” por las informaciones que, indica, le \“transmiten desde Traballo con respecto a los proyectos que han presentado las empresas\” que dirige. Sin hacer una petición expresa de ayuda, apunta que \“confía\” en poder desarrollar esos proyectos. Un mes después, le informa de las \“deudas\” que la Administración autonómica tiene con entidades con las que trabaja su grupo –incluida una de su propiedad–. \“En la seguridad de que estas observaciones no caerán en saco roto y que harás cuanto esté en tu mano par ayudar a nuestros sector\”, se despide.
El recurso al presidente de la Xunta forma parte de la práctica habitual de Crespo con altos cargos de la Administración gallega, a los que envía correos electrónicos con cierta frecuencia. Al conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, le habla en 2010 de dos solicitudes de un proyecto al que, dice, el Ministerio de Economía está ofreciendo \“cierta resistencia\”. \“Sería muy buena una ayuda por vuestra parte\”, le comenta antes de agradecerle todo su \“empeño\”. El exconselleiro de Economía Javier Guerra aparece en la correspondencia electrónica de Crespo con una de sus empleadas como la persona que se encargará de dar \“un tirón de orejas\” a quien corresponda en relación a tres proyectos presentados por empresas de la trama.
Responsables de Relaciones Laborales, Formación y Colocación, Gestión de formación para el empleo y de diferentes departamentos de la Consellería de Traballo –incluida la propia conselleira, Beatriz Mato– completan el grupo de interpelados.
No solo Crespo se dirige a los gobernantes autonómicos; Francisco Ramón Lucas Blanco, conocido como Pachi Lucas, un empresario madrileño considerado como el \“conseguidor\” de la trama, también establece contactos. El sumario de la operación \“Zeta\” recoge un mensaje de texto de 2011 que Lucas le envía a Gerardo Crespo en el que le confirma una reunión con Ana Pastor en su despacho de Génova. Y añade: \“Feijóo va a ser clave\”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Autónomos de Galicia (Feaga), Francisco Javier Pérez Bello –uno de los principales imputados junto a Crespo y Eliseo Calviño–, recuerda por carta a Feijóo en mayo de 2010 que esta organización, que entonces vicepresidía en funciones, nació \“en Galicia, desde el PP\”. En previsión de que la Confederación de Autónomos y Profesionales de España (Caype) –que preside Calviño–, a la que pertenece Feaga, pierda una certificación que le permite acceder a fondos de formación, Pérez Bello busca la \“intercesión urgente\” de Feijóo destacando el origen político de la organización y alertando de que las asociaciones restantes son \“afines al PSOE\”.