El rechazo vecinal frustra el traslado de chabolistas del poblado de A Pasaxe

Esta semana comenzó la limpieza del poblado de A Pasaxe, un trabajo previo a la reubicación de los chabolistas, una labor que el Ayuntamiento lleva prácticamente en secreto. “Nós levamos meses traballando con certa discreción, buscando alternativas de vivenda e de inserción labora”, aseguró ayer el alcalde, Xulio Ferreiro. Y no es para menos: este mismo mes Servicios Sociales pensaba realizar las dos primeras reubicaciones bajo el Gobierno de la Marea Atlántica, pero lo aplazaron porque los caseros se han echado atrás al descubrir que sus futuros inquilinos eran gitanos, según denuncian los propios chabolistas.
“Mi madre iba a ir a Fonteculler, pero en cuanto se enteraron de que era gitana dijeron que nada”, denunció Gonzalo Romero. Otro poblador de A Pasaxe, que iba a ir a otro piso sin determinar en la periferia de la ciudad, se encontró con el mismo problema. Los chabolistas que viven al lado de la ría de O Burgo denuncian que se les trata de forma injusta y recuerdan que “no somos como los de Penamoa, aquí nadie trafica con drogas”. Romero anima a cualquier que preguntar a sus vecinos, “o a los de las naves industriales de al lado, que están encantados con nosotros”.

espacio para la chatarra
La mayoría de los residentes de A Pasaxe se dedican a la chatarra, de manera que no les gusta la idea de residir en un piso, porque carece del espacio que necesitan para almacenar el metal, de manera que muchos preferirían instalarse en una vivienda unifamiliar en la periferia, aunque son conscientes de que sus opciones son limitadas y de que el traslado va para largo. “No creo que esté listo en este mandato”, opina Alberto Alegre, que asegura que no es solo cuestión de tiempo: “Las de Servicios Sociales nos han dicho que no hay presupuesto y que, de momento, nos tenemos que quedar aquí”.
El Gobierno de la Marea Atlántica aprobó en julio del año pasado el plan de Hábitat Digno, para acabar con el chabolismo no solo en A Pasaxe, sino en todos los asentamientos precarios. Sin embargo, el poblado a orillas de la ría de O Burgo está en peor estado y en él viven cerca de 30 familias de etnia gitana.
El problema más urgente lo representan las familias que todavía residen en infraviviendas situadas a la sombra de la antigua nave de la Conservera Celta, de la inmobiliaria Altramud, sobre la que pesa una orden judicial de derribo por ser una ruina; orden que está en suspenso debido a que primero el Ayuntamiento debe desalojar a los chabolistas.
Pero para esa actuación no hay todavía una fecha prevista y queda mucho por hacer. “Mentres, actuacións de mínima salubridade. Non é unha solución definitiva pero vai enmarcado en esa traballo nos asentamientos precarios para dignificar as condicións de vida e mentres, seguiremos traballando en solucións a longo plazo”, señaló el alcalde.