Raphael lo da todo en “su gran noche”

Raphael lo da todo en “su gran noche”
El cantante abarrotó el Palacio de la Ópera y no se paró de mover durante las tres horas de show QUINTANA

Con setenta años a las espaldas, pero con la forma física de treinta, Raphael volvió a ofrecer otra “gran noche” en el Palacio de la Ópera frente a un público que abarrotó las butacas y no paró de aplaudir cada vez que sonaban los acordes de un éxito. El cantante no dejó a nadie insatisfecho porque las cantó todas. Un total de 42 perlas que el de Linares fue engarzando una a una a lo largo de su vida.  
De la mano de Cávea Producciones, el artista comenzó advirtiendo que “si ha de ser así”, sería porque “no tiene importancia”. Sin más preámbulos, metió a los espectadores en el bolsillo con “Mi gran noche”, que le da título a la gira, y le dedicó a los presentes el hit “De los amantes” con la soltura de quien lleva más de medio siglo subido al escenario.
Esto hizo que Raphael se moviera allí arriba como el que anda de bata por su casa. Tan a gusto que “digan lo que digan”, el artista comenzó “poco a poco” para asegurar que “hoy es mejor que mañana” y hablar de “eso que llaman amor”.
El andaluz lo dejaba claro ya desde el principio. Entre sus planes, estaba el de “te voy a dar lo que tú quieres” en “un día más”, donde “El cantor”  confesó que “estuve enamorado” y desde entonces “no puedo arrancarte de mí”. Uno de los rostros del anuncio de este año de la Lotería de Navidad confirmaba que sigue en la brecha y que el hecho de tener 330 discos de oro, 50 de platino y uno de uranio en la guantera no le ha hecho aminorar el ritmo ni mucho menos.
Raphael  se enfrentó a la cita con la fuerza de siempre. Los espectadores lo saben y es por eso que desde hace una semana, el auditorio colgaba el cartel de “no hay billetes”. Así que tuvieron de nuevo la ocasión para empacharse del artista durante casi tres horas, en las que no paró de moverse de un lado a otro de un escenario que derrochaba espectáculo, pantalla led y pasarela incluidas. Y como lo bueno se hace esperar, el jienense dejó para el final las joyas más queridas. Fue entonces cuando los presentes se despegaron de la silla al oír aquella que habla de un “escándalo” y ya no se sentaron porque después cayó “Yo soy aquel”, seguida de “El Tamborilero”, tan apropiada para estas fechas, y sin segundos apenas para coger fuerza, Raphael le ponía la guinda al pastel y se iba como cuando dejaba al Palladium londinense en pie. Con un “Como yo te amo” y todo el público a sus pies. Dispuesto a seguir recorriendo el mundo de cabo a rabo. n

Raphael lo da todo en “su gran noche”

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