“Queremos que los ayuntamientos tengan capacidad de decisión y voz en la Diputación”

“Queremos que los ayuntamientos tengan capacidad de decisión  y voz en la Diputación”

En la agenda de Valentín González Formoso coinciden los noventa y tres alcaldes de la provincia y el presidente de la Xunta. Porque su intención es reunirse con uno y otros antes de 2019. Con Núñez Feijóo, “cuanto antes”, para abordar una serie de cuestiones fundamentales para el futuro de la provincia de A Coruña. Ni le duelen prendas en reconocer la buena gestión de su predecesor ni renuncia a la vocación municipalista del PSdeG. Está dispuesto a demostrar que es posible otra relación entre ayuntamientos y Diputación, y no oculta su rechazo al modelo de fusión aplicado a Oza-Cesuras.

¿Cómo están siendo estos primeros días al frente de la Diputación de A Coruña? 
Ilusionantes. Soy consciente del reto y de que asumo la presidencia de la Diputación Provincial más plural de los últimos decenios, lo que exige consenso y diálogo permanentes por mi parte con todos los grupos, con la percepción de una institución muy poderosa, saneada económicamente y preparada para ponerse al servicio de quienes son nuestros últimos usuarios, nuestros clientes, que son los 93 municipios de la provincia de A Coruña.

¿Cuando inició su carrera política imaginaba que algún día sería presidente del Gobierno de su provincia?
Para nada. Mi ilusión era ser alcalde, y lo sigue siendo porque mi vocación es municipalista, pero esta nueva etapa es un reto y un orgullo, y que confío estar a la altura.

¿Cómo se recibió la noticia de su nombramiento en As Pontes?
En general están contentos porque no dejamos de ser todos vecinos y, de alguna manera, no es un logro de González Formoso, sino de todos ellos, porque si no me hubieran apoyado, yo n estaría aquí y As Pontes no solo ha conseguido elegir un alcalde sino que su alcalde sea presidente de la Diputación que, por otra parte, no deja de ser algo provisional, transitorio… porque mi sitio sigue estando en As Pontes.

¿Ha hablado con el presidente saliente, Diego Calvo, sobre el estado de la Administración?
Sí. He mantenido varias reuniones con Diego (Calvo), y estoy informado de la situación, tanto de la económica como de una serie de temas contractuales que hay que resolver. Ahora estamos contactando con los distintos departamentos para analizar todos los pormenores. Pero el contacto ha sido permanente con Diego Calvo.

El presidente saliente apuntó a que la situación económica era inmejorable en la Diputación coruñesa.
Efectivamente, fruto de la gestión de distintas corporaciones, la situación económica es envidiable,  y digamos que con un plus en favor de la última, que ha tenido que campear la crisis desde la Diputación de A Coruña. Esta es una institución reconocida por su gestión a lo largo de los últimos años, y nos encontramos con una capacidad económica y de inversión todavía importante para lo que resta de ejercicio, lo que es muy motivador, la verdad.

¿Cuáles son los asuntos más urgentes que tiene sobre la mesa?
Más allá del inicio de expedientes que llega su fecha y deben estar en trámite, pero todos recurrentes, lo que toca, una vez conformado el Gobierno de la Diputación, es marcar el ritmo que vamos a llevar y definir el modelo que queremos implantar. Digamos que estamos en un momento de toma de contacto con la institución, con los funcionarios, con las propias instalaciones…. En los próximos días empezaremos a poner en práctica nuestro programa político.

Viene de una mayoría absoluta en As Pontes, pero usted gobernó en minoría entre 2007 y 2011. Aquello le aporta cierta experiencia para afrontar un Gobierno bipartito con el BNG, pero en minoría igualmente…
Tantos unos como otros somos conscientes plenamente de que debemos actuar con responsabilidad y como un único gobierno. Las decisiones que tome el Gobierno de la Diputación son decisiones del Gobierno de la Diputación, las tome un compañero del BNG o del PSOE. La actitud de diálogo debe ser la misma gobernando en mayoría absoluta que gobernando en mayoría simple… El diálogo, el consenso y la búsqueda de espacios de acuerdo, la percepción de que esto no es de uno, sino de todos, y de que cada uno tiene derecho a tener sus sensibilidades y sus expectativas… deben ser constantes. Las instituciones son de los ciudadanos, no son de Alternativa,  ni de la Marea, ni del PP, ni del BNG, ni del PSOE… Todos los grupos tenemos la madurez suficiente para actuar con responsabilidad, independientemente del rifirrafe político.

Pero ustedes son conscientes de que cada movimiento que hagan va a ser mirado con lupa desde las filas del PP. A juicio de los populares, los bipartitos de izquierdas son experimentos que nunca salen bien en Galicia.
Tiene que imperar el sentido común y a quien nos debemos es a los ciudadanos, y tanto al BNG como al PSdeG nos toca demostrarlo y vamos a demostrarlo. En la Diputación de A Coruña, en la de Lugo… se han dado bipartitos en varios mandatos sin el más mínimo problema, y todas ellas fueron instituciones bien gestionadas económica y funcionalmente. Esa expectativa esperamos frustrársela al PP.

¿Entra en sus planes integrar en su Gobierno a los diputados de la Marea, de Compostela Aberta y Alternativa dos Veciños?
La Diputación de A Coruña es una institución abierta y entre nuestros planes está reforzar todos los órganos colegiados, delegar en los órganos colegiados, y, por lo tanto, me encantaría ver cómo se implica todo el mundo… Me encantaría ver cómo un diputado, aunque no esté en el Gobierno, forma parte de la gestión de la Diputación de A Coruña, se hace cargo de la gestión de la institución de la que también forma parte.

Es inevitable el debate sobre el mantenimiento de las diputaciones. ¿Qué tiene que decir al respecto?
El más reacio al mantenimiento de las diputaciones entiende que parte de sus funciones, las que se refieren a la cooperación, a la asistencia, a facilitar la actividad de los ayuntamientos que no disponen de recursos técnicos y económicos… deben prevalecer. El marco jurídico actual reconoce las instituciones como un instrumento para eso, con una competencia directa, propia… y  por tanto, lo que hay que hacer es ejercer las competencias que establece la ley más allá de debates estériles, de cuestiones que forman parte de un proceso mucho más ambicioso que es el de la reforma general del Estado.

Ya han dado a conocer la composición de la junta de gobierno, ¿para cuándo el reparto de áreas?
El reparto está cerrado, a la espera de algún detalle. 

En su discurso de investidura habló de constituir una mesa de diálogo con los ayuntamientos, ¿en qué va a consistir esta mesa?
Me gustaría situar la Diputación en el mismo nivel en la relación con los ayuntamientos, no jerárquicamente superior, como puede dar la sensación en este momento… Esto es una plataforma de servicio a los ayuntamientos, no es otra cosa. Queremos que los ayuntamientos tengan voz y, aunque indirectamente, capacidad de decisión en las políticas de la Diputación. El Gobierno provincial tiene capacidad económica, es una institución saneada, y lleva a cabo una serie de programas donde hasta el momento no se ha tenido en cuenta la opinión de los municipios. Los concejos recibimos el dinero, que bienvenido sea, dentro del marco establecido, y nos adaptamos a él. Nos gustaría que, a partir de ahora, los ayuntamientos tengan más que decir, que puedan poner encima de la mesa cuáles son sus necesidades reales, porque nadie lo sabe mejor que ellos. Nos gustaría que al final del mandato los alcaldes tuvieran la percepción de que han sido escuchados y que las políticas de inversión en sus territorios sean compartidas porque eran las que ellos habían propuesto.

“Queremos que los ayuntamientos tengan capacidad de decisión y voz en la Diputación”

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