Queda en libertad el hombre que confesó un crimen porque la Policía no logra hallar el cadáver

Después de que la búsqueda del cadáver de su víctima resultara infructuosa, el juzgado competente puso en libertad a un vecino de A Coruña que había confesado en  la comisaría de la Policía Nacional que degolló a un colombiano y tiró su cuerpo al río Lambre, en Miño el jueves pasado. Aunque el sospechoso facilitó toda clase de detalles, lo cierto es que la falta del cuerpo impide constatar que realmente tuvo lugar el asesinato, y no hay ninguna evidencia más que el testimonio autoinculpatorio de este sujeto.
“Se ha hecho todo lo que se podía hacer”, señalaron fuentes policiales. En la búsqueda del cadáver, participaron, además del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) efectivos de la Guardia Civil, que se pasaron todo el fin de semana en la zona. Sin resultado. Tampoco encontraron el arma del crimen, la navaja con la que degolló al colombiano, en Ponte do Porco, donde se habría cometido el delito. Los expertos policiales confiesan sentirse perplejos por lo ocurrido. “Es un caso extraño”, reconocen.
Y es que el sujeto, de etnia gitana, acudió a la comisaría a confesar, pero su colaboración no fue completa. Se limitó a informar a los agentes de lo que había hecho y dónde pero, para empezar, no identificó a la víctima, limitándose a señalar que era un colombiano de nombre “Edu”.

víctima sin identificar
“Se buscó entre los ‘Edus’ del entorno sin resultado”, señalaron estas mismas fuentes. Es más, el diminutivo podría ser un simple alias sin relación con el nombre real. Por otro lado, tampoco está muy claro el móvil que impulsó al autor confeso del crimen a degollar al sujeto con su navaja. En un principio, se sospecha que por la clase de ambientes en el que se movían ambos sujetos, podía tratarse de un ajuste de cuentas por tráfico de estupefacientes.
“Pero, en realidad, no lo sabemos, porque no colabora”, explican fuentes cercanas. Según cuentan, el sujeto se acercó a la comisaría, comentó cuatro aspectos del presunto crimen e insinuó a los agentes que, para averiguar el resto, se dedicaran a hacer su trabajo. Aquello hizo que incluso que entre la Policía Nacional, donde se suele ver de todo, la actitud del hombre causara desconcierto.
Lo siguiente que se hizo, nada más tomarle declaración, fue enviarle al psiquiatra para que le hiciera un examen clínico, pero este pudo certificar que su declaración era coherente y que no presenta signos de ningún trastorno mental. Así que por el momento, sigue en libertad, pero la Policía continúa con la investigación.

Queda en libertad el hombre que confesó un crimen porque la Policía no logra hallar el cadáver

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