La protesta de los expropiados del Ofimático colapsa Alfonso Molina

La protesta de los expropiados del Ofimático colapsa Alfonso Molina
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La avenida de Alfonso Molina sufrió un colapso total cuando un grupo de manifestantes que protestaban por el desalojo de dos vecinos expropiados por el Parque Ofimático, provistos de antorchas, cortaron el tráfico en dirección salida. Eran las ocho y diez de la tarde, e inmediatamente se formó un embotellamiento. Durante la siguiente media hora, agentes de la Policía Local y Nacional trataron de poner orden en el caos organizado mientras que los manifestantes, indignados, aseguraban que no les permitían protestar libremente.
La protesta había sido organizada por la plataforma Stop Desahucios, después de que en el  pleno municipal del martes  la protesta el inminente desalojo de dos vecinos que viven en el margen derecho de Alfonso Molina no tuviera efecto. En un principio, el grupo, compuesto por unas pocas docenas de personas, subieron con las antorchas en la mano por el andén de Alfonso Molina sin provocar molestias. Su portavoz, Héctor Tejón, explicó que así trataban de alertar sobre cómo la especulación inmobiliaria “está quemando”  Elviña para construir urbanizaciones sin sentido.
Pero la metáfora se fue de las manos cuando un grupo de vecinos y activistas cruzaron por el paso  elevado peatonal de Elviña hacia el lado contrario, donde se encuentran los terrenos del Ofimático, y cuando quisieron regresar a donde se encontraba el grueso de la manifestación. Es decir, en el lado de la gasolinera de Elviña, varios policías nacionales se negaron a dejarles pasar si no iban de cinco en cinco. Aquello incitó a sus compañeros a cortar el tráfico y tuvo como resultado un caos en el que los vehículos trataban de dar media vuelta para desviarse por la avenida de la Universidad mientras los policías trataban de acorralar a los manifestantes sobre el puente.

indignados
Los manifestantes se sienten indignados porque creen que la expulsión de su casa de estos dos vecinos de toda la vida obedece únicamente a motivos políticos por parte del Ayuntamiento. “Allí no se va a construir, solo se va a colocar un pilar para un viaducto de ocho metros de altura que aparece en el proyecto del Ofimático”. Como la mayor parte de la urbanización está todavía sin desarrollar, y no se necesita todavía una conexión directa con Alfonso Molina, consideran que el desalojo no tiene sentido.  
Además, recuerdan que el concejal de Urbanismo, Martín Fernández Prado les prometió que el desalojo que les amenaza ahora no tendría lugar hasta dentro de cuatro o cinco años, de manera que a la sensación de futilidad se une la del engaño. “Van a perder su casa y su negocio gente mayor, que son vecinos de toda la vida, por un proyecto que no le interesa a nadie”, dicen.

La protesta de los expropiados del Ofimático colapsa Alfonso Molina

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