La producción artística del Picasso coruñés ya tiene quien la escriba

Excepto, quizás, eruditos especializados en la obra del pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso, son legión los profanos que nada saben de su juventud coruñesa.
Y para poner luz sobre este oscuro período la profesora Elena Pardo y el periodista Ruben Ventureira se han pasado los últimos ocho años escudriñando en la vida y milagros del artista hasta poder publicar “Picasso Azul y Blanco. A Coruña: el nacimiento de un pintor”.
El libro fue presentado ayer en el instituto Eusebio da Guarda, fuertemente vinculado a la familia Ruiz Picasso, en un acto al que asistió el alcalde, Carlos Negreira; el crítico de Arte, Antón Castro, y el editor Francisco Rodríguez Iglesias.
El lugar elegido para la presentación del libro es, según Ventureira, el mismo que escogió Picasso para crear “La muchacha de los pies descalzos”.
“Este libro responde a las preguntas que nos hicimos, tanto Elena como yo, cuando queríamos saber quiénes eran los compañeros de Picasso, qué había estudiado y cuál era el ambiente cultural de la ciudad”, apuntó Ventureira, al tiempo que aseguraba que el malagueño, a pesar de no haber regresado nunca a la ciudad, en su obra A Coruña tiene eco hasta el final.
Por su parte, el regidor destacó que esta nueva obra supone un antes y un después.
“Supondrá un antes y un después para cambiar la percepción que existe de Picasso, para que A Coruña deje de ser el vértice perdido de Barcelona, Málaga y París”, apuntó Negreira.
La presentación del libro forma parte del cartel de actividades que ha organizado el Ayuntamiento coruñés con motivo de la exposición “El primer Picasso. A Coruña 2015”, que se inaugurará en febrero próximo, en el museo de Belas Artes.
La mencionada muestra, promovida por el Ayuntamiento y organizada con Belas Artes, la Consellería de Cultura y la Fundación Emalcsa, conmemora el 120 aniversario de la primera muestra individual del pintor, realizada en febrero de 1895, en un local de la calle Real.
Negreira desveló que la parte del libro que más le gusta es la que relaciona el “Guernica” con un grabado que Picasso podría haber visto en A Coruña.