Un problema de humedad retrasa la apertura del aulario del Pardo Bazán

El enésimo problema vuelve a retrasar la esperada ampliación del colegio Emilia Pardo Bazán, en el barrio de Los Rosales. A las demoras en la adjudicación del proyecto y al inicio de las obras, se une ahora una cuestión de humedades, que están dilatando más la puesta en servicio de la nueva unidad de Infantil. Aunque el grueso de la obra ya está terminado, este problema de humedad en la planta baja del inmueble está imposibilitando que los operarios coloquen el suelo; lo que a su vez, impide que se inaugure la ampliación.
Todo lo demás, al parecer, estaría finalizado. Las aulas, que se ubican en la parte superior del edificio, están terminadas, a falta de que se haga el “traslado” de enseres y mobiliario de parte del edificio antiguo.
Los padres lamentan, ya con desidia, este nuevo retraso, que obligará a los niños de entre 3 y 5 años a permanecer en las aulas, al menos, hasta Semana Santa.

retraso tras retraso
De hecho, la presidenta de la asociación de padres, Lucía Rodríguez, comenta que muchos temen incluso que la nueva infraestructura no esté acabada ni siquiera para que se use en lo que queda de curso. Dicen que desde el centro no se les ha dado una fecha concreta después de que haya surgido este problema.
Echando mano de la memoria, la presidenta recuerda que la primera fecha que se barajó fue la Navidad. Al parecer, durante las vacaciones escolares, se iba a aprovechar para hacer el traslado de unas clases a otras, pero aquella fecha quedó atrás. Lo mismo que el prometido 9 de febrero, el lunes de la semana pasada, y tampoco va a ser después de las fiestas del Carnaval, como anunciaron en exconselleiro de Educación, Xesús Vázquez, y el alcalde, Carlos Negreira, en su última visita al centro, hace ahora un mes y medio.
Entonces se prometía que los niños del tramo de Infantil podrían inaugurar sus nuevas aulas el próximo jueves, tras los tres días no lectivos del Carnaval, pero después de este problema de humedad que retrasa aún más  las obras, los niños seguirán en las clases que ocupaban hasta ahora. Unas aulas, como señala la presidenta del ANPA, que están “a medio empaquetar”, porque estos días se pensaba que se podría realizar el traslado del material docente a las nuevas dependencias.
Además de la humedad que ha aparecido en el terreno y que no es algo que dependa del trabajo de los operarios, los padres creen que este no es el único motivo de que las obras se retrasen. Dicen que los trabajos comenzaron a muy buen ritmo tras el pistoletazo de salida pero que luego “ha ido bajando”. A pesar de que no hay comunicación oficial, los padres barajan la fecha de la Semana Santa, más que nada por una cuestión “electoral”, sentencian.
Además, señalan que se debe aprovechar las épocas en que los niños no están en clase para poder hacer todos los trabajos de acondicionamiento de las aulas nuevas y también de las viejas, que dejarán espacio libre en un inmueble que hasta ahora reunía varios tramos educativos.