O Portiño y el parque de Bens, en la lista de los parajes olvidados

O Portiño y el parque de Bens,  en la lista de los parajes olvidados

Se trata de uno de los tramos favoritos de los que recorren el Paseo Marítimo a pie o en bicicleta porque los edificios van quedando atrás y uno parece abrazarse con el mar a medida que avanza hacia O Portiño. Sin embargo, suma años de abandono, una situación que se repite con cada uno de los equipos municipales que ocupa el palacio de María Pita, según el presidente de la asociación vecinal Campanario O Portiño, Ramón Pérez. 
Y es que en un solo barrido, se puede detectar su aislamiento con respecto a otras partes que bordean el Atlántico. Las malas hierbas nacen entre la piedra y se juntan con barandillas rotas y adoquines levantados: “Lleva tiempo destrozado”. 
El portavoz asegura que estos días los operarios han desbrozado el terreno y tiene un mejor aspecto, pero es poco el arreglo con todo lo que necesita una mejora.  
El mal estado del pavimento, por ejemplo, pone en peligro a los que eligen la zona para practicar deporte: “El hormigón está fatal” y el conjunto pierde enteros, nada que ver con otros trozos de paseo que sí están mejor atendidos, señala el representante. 
No muy lejos de allí, lo que se erigió como perímetro para el ocio y el descanso, el parque de Bens, también peca de lo mismo. 
Y es que ya solo la verja que da acceso al visitante denota la falta de una capa de pintura. Las papeleras acumulan basura desde hace tiempo y aparecen desbordadas en medio de un manto verde donde las fuentes no funcionan y la decoración vegetal está quemada y seca. 
El recinto está muy lejos de lo que se presentó en su momento como una “nueva forma de pensar la tierra, hecha realidad”, reza la página del Ayuntamiento. 

poco apetecible
El óxido acampa a sus anchas en el mobiliario instalado a lo largo de 9.500 metros cuadrados que se pusieron al servicio de los coruñeses y foráneos en 2001. Tan solo 15 años después, los trece kilómetros de parque y senderos no son apetecibles.
La que fue una apuesta del Ayuntamiento en colaboración con la Unión Europea y el estado permanece en la sombra al contrario que el monte de San Pedro, que sí recibe cuidados. Es raro el turista que no se pasa por aquí ya no solo para ver las vistas de la ciudad, sino para perderse por el laberinto vegetal o hacerse una foto en los cañones. El entorno ayuda. 
Y es que el proyecto se fue ejecutando desde 1999 en distintas fases y hoy en día se ha acoplado al top ten de lugares que hay que ver antes de cruzar el puente de A Pasaxe.

O Portiño y el parque de Bens, en la lista de los parajes olvidados

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