Los policías solicitan más vigilancia en Jefatura por el peligro del botellón

Los policías solicitan más vigilancia en Jefatura por el peligro del botellón
La oficina de denuncias, situada en la Jefatura Superior, se convierte a veces en el refugio de los jóvenes que escapan de los agresores en el botellón | pedro puig

Con el comienzo del curso escolar, los estudiantes retoman sus tradicionales pasatiempos y ninguno es tan reseñable como del botellón que congrega los fines de semana a docenas de jóvenes en los jardines de Méndez Núñez. A medida que el alcohol se consume, la agresividad aumenta, y no son extraños los altercados. Hasta tal punto, que los policías nacionales solicitan mas seguridad para el edificio de la Jefatura Superior, que se encuentra al otro lado de la avenida del puerto, porque no resulta raro que las peleas lleguen hasta sus puertas.


El portavoz del sindicato policial CEP; José Manuel Juncal, lo explica de la siguiente manera: “Cuando hay una pelea, escapan para aquí (la Jefatura Superior) para buscar refugio”. Ha pasado más de una vez”. El problema es que las restricciones de personal han obligado a reducir el número de agentes que montan guardia en el edificio a solo uno, y desde el CEP lo consideran insuficiente, sobre todo cuando son varios jóvenes excitados los que llegan hasta las puertas de la Jefatura y que pueden ir armados, con botellas o incluso cuchillos. “No estamos pidiendo demasiado. Solo se trata de ponerle un compañero al funcionario que se encuentre de vigilancia en ese momento”, demanda Juncal.
 

Inacción municipal
Los policías nacionales también critican la inacción del Ayuntamiento,. “No han hecho nada para acabar con el problema del botellón. No nos referimos a la Marea Atlántica, ninguno lo ha hecho. Y no tienen presencia en la zona de forma constante”, denuncian. Desde que el fenómeno se traslado de las plazas del Humor y de Santa Catalina a los jardines, las autoridades han dejado de presionar, aunque los policías locales matizan lo que dicen sus colegas. “Sí se han hecho cosas. Cuando los chavales se desplazaron hacia el NH Atlántico, se enviaron agentes para que no molestaran a los huéspedes y se les mantuvo donde están ahora”, señalan. Además, los jueves y los viernes, aseguran, la presencia del 092 es casi constante.


Mucho más, por otro lado, que la Policía Nacional, que tiene graves carencias de personal (la plantilla está al 80%) y que ha tenido que reducir el número de sus patrullas durante el último año, sobre todo los fines de semana.
“Actuamos sobre todo cuando hay menores bebiendo alcohol, que es cuando podemos hacerlo”, añaden los municipales. Pero es cierto que resulta más fácil actuar dentro de un establecimiento, donde la actividad está mucho más regulada, que en el exterior. Por ejemplo, este viernes acudieron a un local cercano a los jardines donde tenían conocimiento de que se servía alcohol a menores y se permitía fumar en el interior. La intervención se saldó con varias denuncias por esta causa pero también esa misma noche también se intervino en otros locales donde se llevaba a cabo la misma práctica.


Pero otro asunto muy distinto es combatir el botellón en sí. “Si lo haces, se va a ir a otra parte”, comentan las autoridades. Y aunque el Gobierno de la Marea Atlántica preferiría evitar el daño que sufren los jardines y los propios jóvenes por culpa del botellón, no parece dispuesto a recurrir a una solución policial.

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