9º-15º
miércoles | 24 abril | 2024
La Policía Local intervino ayer en la calle Sol para cerrar el Royal Club, un local de ocio nocturno. Según fuentes próximas al caso, una patrulla municipal había acudido al establecimiento y comprobó que el sonógrafo no estaba en su lugar.
Este aparato mide el nivel de decibelios, controlando así que el local no genere más ruido del permitido y que este afecte al descanso de los vecinos de esta calle. Se trata de una infracción grave, así que se les impuso una multa de alrededor de 4.500 euros y se procedió al cierre cautelar del negocio.
Las mismas fuentes señalan que es muy posible que el local se reabra próximamente, una vez que se instalen de nuevo el sonógrafo y que los técnicos municipales comprueben que todo está en orden.
Entonces se levantaría la orden de cese de actividad. Sin embargo, los propios agentes consideran que estas actuaciones son “una llamada de atención” a los responsables de los establecimientos nocturnos que no cumplen con la normativa.
Los vecinos que viven en las zonas cercanas a los locales nocturnos suelen ser los que activan la actuación policial con sus quejas, pero cerrar un local de forma definitiva es difícil y exige una infracción reiterada de las normas.
Los cantones village
Lo curioso es que a pesar de que existan numerosas denuncias contra un establecimiento, el conseguir que el local termine por echar el cierre es una tarea titánica.
Uno de los casos más llamativos de esta circunstancia se produce en otro establecimiento que coincide en nombre con el precintado por los agentes, se trata del Café Royale, situado en la planta baja del centro comercial Los Cantones Village.
En este establecimiento, la presencia de los agentes del 092 se ha convertido ya en habitual y contra el mismo constan numerosas denuncias desde hace alrededor de un año por diversas causas.
La más común es que de forma sistemática incumple el horario de cierre, pero los agentes también acuden con frecuencia al local debido a las peleas que se producen en su interior y al incumplimiento de la normativa antitabaco.
Incluso, como quedó demostrado en una de las denuncias presentadas, se había manipulado el sonógrafo para que registrara un volumen de la música menor del real.
Y a pesar de que existen hasta actas notariales en las que se da fe de todos los incumplimientos y la propia Policía Local comprobó la manipulación del medidor de ruido, el establecimiento sigue abierto.
Todos los fines de semana son identificados clientes del local que orinan en los pasillos del recinto comercial y la situación es tan extrema que ya ha provocado el cierre de varias tiendas situadas en las inmediaciones del mismo debido a los destrozos que se encontraban a la mañana tras las noches de los fines de semana, que es el momento en el que acuden más personas a local, que sigue abierto.
