El poder terapéutico de los retratos

El poder terapéutico de los retratos
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Para todas. Las que están pasando por la situación y las que no. Las que están dispuestas a colaborar en el proyecto y las que todavía no están preparadas. La propuesta fotográfica de Álex F. Romero pretende provocar sonrisas y subir la autoestima de las que, como ella, se vinieron abajo un día cuando el médico les diagnosticó cáncer de mama.
Después del mal trago inicial vino lo siguiente. Un tratamiento de quimioterapia que se llevó por delante su melena. Y así sin pelo, una amiga le propuso a Álex una sesión de fotos.

Cambio de idea
Al principio, la idea le pareció una broma de mal gusto, pero finalmente accedió. Fue sobre el papel cuando la artista descubrió que estaba más bonita que nunca y esto se tradujo en kilos de fuerza que le ayudaron a llevar la enfermedad.
En la lucha, Álex fue más fuerte que el cáncer y cinco años más tarde decidió apoyar a las que hoy están en plena batalla con la misma aspirina que utilizó su conocida.

Modelos
Hoy busca entre 20 y 40 modelos, que posarán desnudas. En blanco y negro, “porque tengo debilidad y me gusta la potencia visual que emana”. Sabe que muchas se echarán para atrás en el último momento. Sin embargo, confía en el poder terapéutico de las que dirán que sí. En este sentido, la imagen irá acompañada de su nombre y un texto.
Frente a su retrato, uno podrá leer anécdotas personales de cada una. Recomendaciones en las que se les animará a quedarse en casa en días de viento o “cómo te das cuenta de que tienes ya pelo en las pestañas en el momento en que el eyeliner no te entra en el ojo”. Son guiños. Vitaminas en forma de palabras. Que se completarán con apuntes médicos sobre el tumor.

mejor Comprensión
La idea es colgar en paneles estudios clínicos e información sobre organizaciones que dan apoyo o enumerar la cantidad de efectos psicológicos para que no se sientan solas, unas, y comprendan mejor lo que les pasa, los que rodean a la afectada.
Cuenta con tener la colección de instantáneas para octubre, pero desconoce el sitio que ocuparán. Aunque en un primer momento, pensó en la propia unidad de patología mamaria del Abente y Lago, todo depende de la extensión.
Entre otros interesados le llegan mails de personas de Madrid o Barcelona, por lo que no descarta desplazarse con su cámara hasta allí y completar su familia fuera de la ciudad.

Ayuda
En principio, es el centro médico el que le está facilitando a los protagonistas. Muchas ya han dado su consentimiento para ser fotografiadas. Una vez obtenga el consentimiento final, el trabajo comenzará a rodar. Para que las enfermas sean capaces de reconocerse ante el espejo y se vean guapas como Álex. La fotógrafa reconoce que frente a frente de nuevo con el cáncer, volverá a recordar.
De todas formas, el fin tiene mucho más empuje que todo lo demás y cuenta los minutos para empezar a reunir sonrisas: “Intento que así no pierdan el ánimo, que lloren cuando tengan que llorar y que sepan que de esto se sale”.

De todo tipo
Lo ideal sería juntar a mujeres de todo tipo y condición, de edades distintas y perfiles contrarios, para hacer ver que en esta guerra hay un único mismo bando.
Al otro lado, el cáncer no tiene más que sucumbir ante el poder de superación innato en las mujeres. Algo que no aprendieron en la escuela, pero que llevan impreso en el ADN en el mismo momento que su nariz se asomó al mundo.
Sin duda, la exposición será la más íntima y personal que realice la artista.

El poder terapéutico de los retratos

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