Lo que \“Nadja\” dejó, \“Petra\” se lo llevó: la mayor parte de los últimos metros de la balaustrada ornamental que aún resistían entre la Coraza y Las Esclavas cayeron ayer bajo el empuje de las olas de la última ciclogénesis explosiva que ha tenido que soportar la ciudad. Lo que el temporal se llevó ayer fueron unos 15 metros, a los que hay que sumar otros 15 a punto de desplomarse.
Tal y como preveían los servicios de emergencia, el temporal se mostró más peligroso a las dos de la mañana con la llegada de la pleamar y de hecho, a las siete de la mañana ya se había cortado el tráfico en el Paseo Marítimo por tramos. Primero fue desde la fuente de los Surfistas hasta la plaza de Portugal y luego, desde este punto a la Coraza, donde los conductores se veían obligados a desviarse a la plaza de Pontevedra
El resultado fue que se formó un gran embotellamiento en el centro de la ciudad con la llegada de la hora punta. Todo el tráfico que fluía por el centro generado por gente que acudía a sus lugares de trabajo o que llevaba a los hijos a los centros escolares se vio obligado a desviarse al llegar al Paseo Marítimo y el resultado fue que zonas como la plaza de Pontevedra, la calle de Juan Flórez o la de San Andrés se vieron saturadas desde primeras horas de la mañana.
Pero las autoridades dieron todo por bueno cuando la marea volvió a subir y las olas, de solo seis metros de alto, se deslizaron por la rampa que formó la arena acumulada al pie del Paseo Marítimo: las ondas invadieron la calzada y se llevaron por delante lo que encontraron, incluido la balaustrada de hormigón que los técnicos de Infraestructuras habían examinado recientemente y en las que habían descubierto barios daños. También cayeron algunas farolas, que quedaron atravesadas sobre la acera que también hacía cerrado la Policía Local y Protección Civil.
más de 200 metros
En total, se calcula que en los últimos días el Paseo Marítimo ha perdido cerca de 200 metros de balaustrada, entre los que han caído y los que tendrán que retirarse. En Veramar, donde \“Nadja\” hizo notar su presencia, se calcula que serán 150 metros los que tendrán que retirarse, mientras que el Paseo en Riazor ofrecía ayer un aspecto desdentado: quedaban unos metros de pasamanos cerca de la Coraza, y unos pocos más en el Playa Club. Por el contrario, la valla provisional instalada después el temporal de 2010 resistió mejor los embates del oleaje y solo perdió un pequeño tramo.
Fuentes municipales señalan que posiblemente será esa la solución que se adopte, la de la valla metálica provisional, para parchear las zonas que las olas han dejado al descubierto. Pero de momento los trabajos se concentraron en retirar todo el material que había quedado destrozado en el suelo: Infraestructuras envió camiones provistos con grúas para retirar las farolas abatidas en la calzada, así como algunos elementos de mobiliario urbano, como los bancos, que pese a ser de cemento no supusieron ningún desafío para una encolerizada \“Petra\”, que los desplazó de su sitio.
contrarreloj
A cambio de todo lo que se llevó, el temporal dejó mucha arena sobre la calzada, que suponía un riesgo para el tráfico rodado, de manera que los operarios de la concesionaria de limpieza, Cespa tuvieron que trabajar con escobones y máquinas para poder despejar el asfalto. Fue un trabajo contrarreloj, porque los pronósticos meteorológicos anunciaban una nueva alerta para las ocho de la tarde, y para entonces solo los servicios de emergencia tenían que encontrarse solos en la calzada del Paseo Marítimo, que fue cerrado de nuevo.
De todos modos, la presencia de los obreros tuvo otro efecto positivo: disuadió a los curiosos de acercarse demasiado a la playa. Por el momento, los continuos temporales no han dejado ninguna víctima que lamentar, y las autoridades esperan que siga así, pero la imprudencia de algunos.
Con la misma intención, la de evitar accidente, se han vuelto a suspender las actividades escolares deportivas para hoy u también se mantendrán cerrados parques y jardines de la ciudad desde ls nueve de la mañana de hoy hasta las de mañana. Y, por supuesto, el Paseo Marítimo en la zona de Las Esclavas. Aunque la previsión meteorológica inciden en que \“Qumira\” y \“Ruth\”, las dos nuevas borrascas que se esperan en los próximos días, no son tan fuertes, nadie quiere correr riesgo después de todo lo ocurrido.