La pasión solidaria coruñesa vuelve a aflorar por esta época

“A Coruña es una ciudad muy solidaria como demuestra el hecho de que sea una de las ciudades en las que trabajan más organizaciones de temas solidarios”. No lo dicen los propios ciudadanos, que “participan y colaboran” de la labor social de muchos voluntarios, sino el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo. Ayer se pasó por el tradicional mercadillo navideño de Cáritas –que este año se celebra en el número 21 de la calle de Corcubión, justo en un lateral de la plaza de As Conchiñas– para poner su granito de arena a la causa comprando dos corbatas.
De la mano de las ediles de barrio Carmen Hervada y Susana Pazo, Lorenzo recorrió las instalaciones de un local cedido por la propietaria de la tienda Contraste. “Todas las iniciativas de este tipo son muy positivas porque hacen que la gente se involucre y que se conozca la realidad de las personas con más necesidad”, afirmó el concejal.
La responsable de la iniciativa, Ángeles Meire, explicó que el traslado desde la planta alta del mercado de San Agustín, que tan buenos resultados les dio el año pasado, se debió a la programación de distintos actos en la instalación. Por eso afrontan el cuarto año del rastrillo en As Conchiñas, un barrio que sufre en carne propia los efectos de la crisis.

ropa interior y sábanas
“Lo tendremos abierto unos tres meses y si podemos lo seguiremos prolongando”, aclaró Meire. En el espacio que antes ocupaba una tienda de yogures helados ahora hay percheros con “ropa y zapatos nuevos que incluso llevaban etiqueta y prendas de segunda mano en muy buen estado”.
El objetivo de esta iniciativa navideña será sumar la mayor cantidad de dinero posible para “comprar lo que no se dona al ropero como ropa interior o sábanas bajeras que, o no hay, o las donan en muy mal estado”. Los ciudadanos ávidos de colaborar podrán hacerlo de lunes a viernes en horario de 17.00 a 20.00 horas y los sábados de 11.00 a 14.00 horas. El proyecto se sumó a la apertura, el día antes, de O Mercadillo, en el número 59 de Juan Flórez.
El evento organizado por Isabel Ruiz Apilánez por vigesimotercer año consecutivo tiene como objetivo conseguir fondos para la Cocina Económica y Cáritas. Los resultados del primer día fueron “muy buenos” y ayer el bajo comercial que los acoge era un hervidero de clientes ya por la mañana por lo que hay razones para pensar que se podrían superar los 14.000 recaudados el año pasado.
“Me gustaría llegar a los 20.000 euros y creo que hay material suficiente para ello”, destacó Ruiz, que defiende que el de este año sí es el definitivo. “Tenemos precios de cierre porque este es el último año en el que yo estoy, me retiro y no sé si habrá continuidad”, destaca. Consciente de que el año pasado dijo lo mismo, la responsable del mercado recalca que se quedó una edición más por miedo a que se estropearan las donaciones.
Ahora invita a liquidar el stock en el que hay desde trozos de retablo a cabeceros vintage, pasando por una ingente colección de espejos o “una cama de hierro fundido villegeature”. ¿Los precios? Se pueden encontrar reliquias entre 3 y 1.800 euros.