Padre Rubinos firma un acuerdo con los hosteleros para dar salida en el sector a su nueva marca textil

Padre Rubinos firma un acuerdo con los hosteleros para dar salida en el sector a su nueva marca textil
QUINTANA. PADRE RUBINOS

El Instituto Benéfico Social Padre Rubinos y la Asociación de Hostelería de A Coruña rubricaron ayer un convenio de colaboración en virtud del cual la entidad solidaria intentará dar salida a las prendas que se están creando en un taller prelaboral textil a través de los locales. Además, se ha acordado crear otro grupo de usuarios del albergue para capacitarlos como camareros y ayudantes de cocina, de modo que puedan reinsertarse en el mercado laboral y en la sociedad.
El presidente de Padre Rubinos, Eduardo Aceña, explicó ayer que el éxito de la iniciativa de donación de ropa y la empresa social de recogida ha permitido dar forma a un taller en el que nueve operarios –del grupo de reinserción o usuarios puntuales del refugio– aprenden a coser y a darle una nueva vida a parte de las prendas que están donando los coruñeses al ropero. 
En el aula-taller, en el que están supervisados por una técnica y una patronista profesional, los estudiantes han cosido mandiles y bolsas del pan a partir de telas recicladas. Para introducir estos productos en el mercado contarán con los hosteleros, que ya han adquirido las primeras piezas para su escuela –la Álvaro Cunqueiro– y los establecimientos de los miembros de la junta directiva. 
Su presidente, Héctor Cañete, aseguró que confía en que pronto haya una producción mayor para “buscarles las vías de venta porque habrá una gran demanda de la marca Padre Rubinos y Asociación de Hostelería”. Si las peticiones son muchas no se descarta que se hagan líneas de ropa de cero. 

sobre 1.600 personas
El acuerdo no se quedará solo en este paso. Los empresarios han ofrecido sus aulas de formación para “aumentar esa oferta formativa no solo al sector textil sino también al hostelero”. 
En este caso se trataría de aprender los oficios de ayudante de cocina y camareros –muy demandados en la actualidad– “con la posibilidad de realizar prácticas y completar esa inserción laboral”. Esta podría ser una solución a diversas crisis personales. Según Aceña, se calcula que este año pasarán por el albergue “unas 1.600 personas, el 60% con alguna prestación económica que no les permite la vida autónoma”. Además, puntualiza que los beneficiarios de los servicios de la institución son “cada vez gente más joven”.

Padre Rubinos firma un acuerdo con los hosteleros para dar salida en el sector a su nueva marca textil

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