El Oncológico suma los tumores de espalda y hepáticos a la estereotaxia

El Oncológico suma los tumores de espalda y hepáticos a la estereotaxia
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Del Centro Oncológico salían la semana pasada los primeros pacientes con tumores de espina dorsal y hepáticos tratados con radioterapia estereotáxica corporal, una novedad que solo se aplica en Galicia en el hospital de As Xubias y que presume de ser más directa. Contaban desde allí que la técnica conocida como SBRT se basa en un molde donde se introduce al paciente, que se envasa como al vacío para que los movimientos sean mínimos y las dosis lleguen sin titubeos hasta el cáncer.
De esta forma, solo la zona dañada recibe radiaciones. Gracias a un sistema de coordenadas, es muy preciso y los efectos secundarios se rebajan. Se trata de inmovilizar lo máximo al enfermo al que se radia por todos los lados porque la máquina se va moviendo para disparar a un mal que tiene cuatro dimensiones. También mide la respiración del que está en la camilla, de forma que un nuevo tomógrafo computarizado es capaz de realizar una imagen más exacta del tumor y contrarrestar los artefactos causados cuando el paciente toma aire y varía su posición.
Hasta el momento, el Centro Oncológico sumaba al carro de la innovación a 45 casos con cáncer de pulmón en poco más de año y medio para extenderlo recientemente a los que padecen metástasis hepática y lesiones espinales.
Y lo que empezó a utilizarse en los años 50 para paliar pequeñas lesiones craneales, es hoy en día una luz verde para los que sufren tumores pulmonares en estadios precoces y médicamente inoperables. También para los que su enfermedad ya ha avanzado hacia la metástasis, en los que el control local de las lesiones puede aumentar la supervivencia y las opciones de curarse.
En particular, los resultados de la denominada radioterapia estereotáxica ablativa (SABR) de pulmón son equiparables a la cirugía en los que tienen manchas primarias y mejores, si se comparan con la radioterapia tradicional. Esta posibilidad da esperanza de vida a los ancianos.
Explicaban desde el COG que el primero con cáncer hepático que se colocaba el plástico recibió tres sesiones, mientras que el de tumor espinal, ocho, con la complejidad añadida de tratar a la vez dos nódulos en el pulmón y vértebras. El equipo del centro destacaba el esfuerzo diario para obtener un grado de excelencia, “que permite administrar dosis de radiación más eficaces y seguras a los tumores y con menos efectos secundarios”. Esto repercute en un mayor control y una mejoría de la calidad de vida.

éxito
El éxito de la técnica radica en imágenes tridimensionales, que acotan el tamaño de la lesión y definen mejor su forma. Por otro lado, está el sistema que inmoviliza al paciente gracias a un doble vacío que le da estabilidad y reduce sus movimientos voluntarios e involuntarios. Por último, los haces de rayos X están altamente enfocados para converger en el tumor, lo que rebaja los tiempos de exposición y aumenta la precisión.
La radioterapia toma así como guías imágenes que se realizan en casa sesión para localizar mejor al enemigo a disolver en una lucha que va consiguiendo aliados con el tiempo.

El Oncológico suma los tumores de espalda y hepáticos a la estereotaxia

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