Las obras en las calles de la Marola y Orillamar aumentan los problemas de tráfico en Monte Alto

Las obras en las calles de la Marola y Orillamar aumentan los problemas de tráfico en Monte Alto

El Gobierno municipal comenzó ayer con los trabajos de pavimentación de la calle de Orillamar, que coinciden en el tiempo con la peatonalización de la Marola. Esta situación produce que empeoren las condiciones de aparcamiento y movilidad en Monte Alto.
La calle de Orillamar recibió ayer sus primeros trabajos de mejora de la pavimentación. La señalización y ordenación del tráfico fueron las tareas que se llevaron a cabo para realizar comprobaciones que eviten obstáculos en la obra más adelante y que darán paso, a partir del próximo lunes, a la reparación de la calzada.
Esta intervención se une a la iniciada la semana pasada, la peatonalización de la calle de la Marola. La conjunción de ambas actuaciones hace que el tráfico y el aparcamiento, dos de los principales problemas de Monte Alto, se recrudezcan durante un período mínimo de tres semanas, que es el plazo fijado para acabar las obras en Orillamar.
Desde la Asociación de Vecinos y Comerciantes Barrio de Monte Alto consideran que la simultaneidad de ambas intervenciones van a provocar “un caos terrible” en lo que se refiere al tráfico y al aparcamiento, asegura el presidente de la entidad, José Luis Boada.
El dirigente considera que “mejorar la movilidad” debería ser el principal objetivo para Monte Alto, y no obras como el cambio de pavimento en la calle de Orillamar.
Además, Boada explica que el estado de la calzada en Orillamar no necesita tanto una mejora como el caso de la calle de la Torre en su tramo más cercano a la plaza de España, ya que en otra parte se llevó a cabo hace no demasiado tiempo. Aquí, considera que sería necesario reparar tanto los baches existentes como las aceras en mal estado.

Deficiencias
Las obras de mejora del pavimento de Orillamar se llevarán a cabo para corregir las deficiencias que presenta la capa inferior de la calzada y tendrán un coste de 60.652 euros.
Según el Ayuntamiento, la próxima semana comenzará la retirada de la totalidad del asfalto e, inmediatamente, el saneado de la zahorra (piedra menuda) existente donde sea preciso, para compactarla y vertir el hormigón, que formará una loseta de 20 centímetros de espesor. Una vez que se complete el curado del hormigón, se extenderá otra capa que sumará 7 centímetros al espesor de la calzada.
Debido a ello, el tráfico rodado quedará suspendido desde el próximo lunes y hasta el 11 de septiembre, facilitándose alternativas a través de la Travesía de Orillamar, en la que se cambiará el sentido de la circulación, y de la calle de Rafael Baixeiras. Estas opciones no se antojan suficientes para absorber con normalidad a todos lo vehículos que circulan por una de las principales arterias de Monte Alto.
Estos trabajos en Orillamar se unen a los iniciados el pasado 9 de agosto en la calle de la Marola, que será peatonalizada. Esta última actuación está encuadrada dentro de la iniciativa Camiño do Vixía.
A través de este proyecto, el Gobierno municipal pretende favorecer el tránsito de los peatones desde la ronda de Monte Alto hasta la plaza de España. Sin embargo, la otra asociación vecinal del barrio también mostró su desacuerdo por la eliminación de plazas de aparcamiento, uno de los déficits de Monte Alto. l

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