El número de rescates en hogares aumenta más de un 40% en un año

El número de rescates en hogares aumenta más de un 40% en un año
28 octubre 2012 A Coruña.- Los bomberos rescatan a través de una ventana a una mujer de 140 kilos tras sufrir una caída en la calle del Hogar de Calvo Sotelo

Es un hecho bien conocido que la población gallega es de las más envejecidas de España. Esto se traduce en que cada vez hay más personas mayores viviendo solas, la mayor parte mujeres. A medida que la edad va reduciendo su movilidad y sus otras facultades se vuelven cada vez más propensas a los accidentes. Muchos tienen lugar en su propia casa y cuando les sobrevienen, no tienen a nadie a quien pedir ayuda. Son los servicios de emergencia los que llevan a cabo estos rescates, que han aumentado cerca de un 40% en la ciudad en solo un año.
Aunque las cifras netas todavía no son muy grandes este fenómeno no deja de crecer desde 2012 a pasos agigantados y en 2013 ya había aumentado un 28%. Los rescates domésticos pueden deberse a múltiples factores y las víctimas son de cualquier tipo (por ejemplo, personas muy obesas que no pueden moverse sin ayuda), pero lo normal es que se trate de una persona de la Tercera Edad inmovilizada por una caída. Las mismas fuentes calculan que cada semana se produce en la ciudad un accidente de este tipo, que acaba movilizando a la Policía o a Bomberos o la asistencia médica, como el 061 o Cruz Roja. En la mayor parte de los casos, es necesario un despliegue conjunto.
Suele empezar por un llamada de una tercera persona. “En muchos casos son los vecinos los que nos llaman porque han oído alguien gritar en la casa. Otras veces es la hija porque telefonea a su madre y no le responde”, explican. Los primeros en acudir suelen ser los policías. Tras varias llamadas a la puerta suelen intervenir los bomberos que muchas veces consiguen colarse por el patio interior y desmontar una ventana para no causar daños. Son ellos los que localizan a la víctima. “Siempre están tiradas en el suelo, en el baño o en el pasillo, muchas veces con la cadera rota”, explica un experto.
Cuando se trata de personas mayores que tienen una vida solitaria, muchos no cuentan con teléfono móvil, así que tampoco tienen a mano de una forma rápida de pedir ayuda. El resultado es que pueden pasar varios días entre el accidente y el rescate, días que pasa tirada en el suelo en condiciones penosas.  

envejecimiento
Todo apunta a que esta clase de incidentes se harán cada vez más frecuentes porque las últimas estadísticas sobre el padrón municipal señalan que muchos coruñeses están pasando a engrosar el apartado de mayores de 65 años. En los últimos cinco años los ciudadanos de este rango de edad crecieron en un 9%. Si en 2010 había 51.660 mayores dados de alta en A Coruña, en 2014 –el último año del que se tienen cifras oficiales– los jubilados  alcanzaron la cifra de 56.188.
De esta manera mientras hace un lustro los mayores representaban el 21% de un padrón total de 246.047 personas, ahora supo-nen el 23% de toda la población de la ciudad. Esta, aunque ha reducido su población, cuenta todavía con  244.810 habitantes En el lado positivo, los últimos estudios del INE indican que crece la natalidad: en A Coruña hay unos 1.600 niños más que cuando comenzó esta década. 

El número de rescates en hogares aumenta más de un 40% en un año

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