La nube de humo de varios incendios en la zona causa la alarma en la ciudad

En realidad, los fuegos estaban muy lejos, en Ordes, Carballo, Trazo y Laracha, pero el viento dominante, procedente del suroeste empujó el humo y la ceniza hasta A Coruña. El resultado fue, que durante toda la tarde, los coruñeses olieron a humo, y que los bomberos recibieron constantes llamadas que les alertaban del olor a chamusquina. La fuerza del aire llevó la ceniza hasta Ferrol, y nubes de un humo blanco  cubrieron la N-VI y la autopista.
 Durante la puesta de largo la nube de humo sobre la ciudad y sobre Alvedro era notable y causaba un fuerte olor a quemado además de sequedad en garganta y ojos. Pero nadie resultó más alarmado que los vecinos de A Zapateira, que en un principio temieron que el fuego se hubiera declarado en su zona, después de que la semana pasada se declaran cuatro conatos de distinta gravedad, todos fuegos intencionados. Además, el mismo viento que empujaba el humo hacia la ciudad hacía cualquier fuego forestal potencialmente muy peligroso. De hecho, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, apeló “a la responsabilidad de todos” en un “día complicado porque hay viento y sequedad”, por lo que se deben extremar las precauciones y seguir la normativa.
El fuego más grande se registró en Trazo y había afectado al cierre de esta edición a más de cincuenta hectáreas.