Novo Mesoiro achaca la inactividad en los huertos urbanos a su elevado coste

Novo Mesoiro achaca la inactividad en los huertos urbanos a su elevado coste
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Nació como un proyecto social donde el Ayuntamiento ofertaba hasta 89 huertos urbanos de 50 metros cuadrados cada uno en Novo Mesoiro como una oportunidad para la autosuficiencia de coruñeses sin acceso a fincas. Sin embargo, los 30 euros de inscripción y los 25 mensuales por una concesión de dos años que pidieron desde María Pita echó para atrás a los que partían con ganas de coger el sacho.
Solo se cubrieron 23 plazas, recuerda el presidente de la asociación vecinal, Manel Méndez, poco más del 25 por ciento de un terreno donde los grelos y los nabos, propios de esta época, brillan por su ausencia. Tampoco se plantó la patata nueva y, en general, lo que pretendía ser un impulso para personas desempleadas y sin recursos no obtuvo la respuesta esperada.
Dice el portavoz que esto se veía venir porque el alquiler de las tierras supone una inversión anual de 330 euros y por esta cantidad, “dáche para verduras no supermercado”, sin necesidad de doblar la espalda.
Explica que a los 25 euros al mes hay que sumarle otros gastos como el abono y los aperos, además de las semillas. El proceso no es rentable, ni compensa al esfuerzo de adaptar primero el terreno de monte a la plantación y a los trabajos posteriores de siembra, cuidado y recogida de hortalizas: “Todo isto supón un mantemento e auga”, algo que desde el Ayuntamiento no proporcionan como otros organismos como la Diputación de Lugo, que cedió gratuitamente las tierras y la federación de vecinos se hizo con la gestión y proporcionó las herramientas. Para Manel, es necesario que se rebajen las cuotas para que la iniciativa tenga demanda.
Es por eso que pide una rebaja de los costes para los que ya se están haciendo cargo y para los que quieran optar a próximas concesiones. El presidente recuerda que en Feáns se hizo lo  mismo en 2007 y 2008, pero el precio no superaba los tres euros al mes.
Esta cantidad es para Manel coherente, teniendo en cuenta que en Galicia es raro el que no tenga aldea y posibilidad de plantar en alguna finca de su propiedad o familiar.

Exagerado
Para el urbanita sin ganas de mancharse y con parientes en el campo, el representante señala que “sempre che traen patacas e tomates”. De ahí que considere el precio como “esaxerado”.
Desde el colectivo, exigen una adecuación del servicio más realista para que las personas con necesidades no se queden en números rojos después de la experiencia y por la situación propia de un país minifundista: “No que temos acceso ao horto pero de balde”.

Novo Mesoiro achaca la inactividad en los huertos urbanos a su elevado coste

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