“Una novela policíaca comienza en la tapa. Me resisto a leer una que arranque en la 40”

“Una novela policíaca comienza en la tapa. Me resisto a leer una que arranque en la 40”
El Ideal Gallego-2016-05-26-036-e8de3bf9

Buenos Aires no hace falta pisarla porque él la siente como un animal a otro. Antes de Videla. En el origen del terror. Con Perro Lascano enseñando raza. Y de fondo, el mejor de los inventos.

En “La conspiración de los mediocres” se va a la etapa anterior a Videla, una época poco trillada.
Sí, pero no por eso los crímenes son menos crímenes. Es una época que viví muy cercanamente, como miembro de la resistencia a la dictadura anterior a Videla y después. De manera que lo que más me interesó fue revisar la Triple A, un antecedente del terrorismo de estado a gran escala. Ellos inventaron la metodología que después se emplearía. 

¿Tuvo que documentarse mucho?
No tanto porque lo viví de cerca. Alguna investigación hice pero no como en otros libros. Me guié más por mi experiencia. Es un testimonio directo.

Más interesante todavía.
Yo creo que sí. Tiene un plus de atractivo porque lo vi aunque hay autores que jamás estuvieron en los lugares que narran. Hay una cantidad de hechos absolutamente reales, contados de primera mano. La conversación de Armando y Villar es un episodio real y sucedió como lo cuento porque me lo contó su hijo. La muerte de este último me la relató el que puso la bomba. El libro es fidedigno. Almidón fue guardaespaldas de Fraga. Me interesa la parte documental de la trama.

Una puesta en escena, que no deja tiempo para pensar.
Una novela policíaca comienza en la tapa. Me resisto a leer una que arranque en la página 40. Estar debatiendo sobre la inmortalidad del cangrejo me parece un abuso. 

¿Por qué diferencia el diálogo de la narración?
Los diálogos tienen que ser rápidos, sin acotaciones. Es algo que proviene de mi experiencia como dramaturgo. Son parte de la acción, aunque en general encierran las debilidades del autor. Para mí, el policíaco es un género de 200/250 páginas.

¿Cómo se lleva con Perro Lascano? ¿Lo quiere o lo odia?
Debo de tener un aspecto sádico porque le doy muy mala vida. En este libro, no puede confiar en nadie. Se encuentra entre dos fuegos: el de sus colegas y los propios criminalistas. Trato de no criticar ni juzgar, solo de mostrarlos tal cual son. No puede haber condición más atroz que desnudarlos y el arte es la mejor terapia que hay, mucho mejor que la medicina y solo superada por el amor.

Y el amor aparece salpicado entre tanto asesino a sueldo.
En mis historias siempre lo hay porque es uno de los mejores inventos del hombre. Ella, Marisa, pone una cuota de racionalidad y pasión. Un personaje independiente y femenino en una novela que habla de responsabilidades civiles.

“Una novela policíaca comienza en la tapa. Me resisto a leer una que arranque en la 40”

Te puede interesar