Monte Alto busca cerca de 200 socios para evitar el cierre de su biblioteca

Monte Alto busca cerca de 200 socios para evitar el cierre de su biblioteca
18 abril 2013 A Coruña.- La biblioteca del campo de Marte se convirtió ayer en el escenario de la presentación de una novedosa iniciativa de Arquitectos Sen Fronteiras, ASF, en la que colabora la asociación de vecinos Monte Alt

Son casi 800 socios, pero necesitan llegar a los mil. De no hacerlo, las cuentas se teñirán de rojo y la única solución será echar el cierre a más de 30 años de biblioteca en el Campo de Marte. La asociación vecinal de Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules invita a la afiliación en su blog, donde informan de que el 1 de agosto será la fecha tope para conseguir llegar a los tres ceros, que es lo mínimo para que el centro siga siendo sostenible.
Con una aportación de 1,50 euros al mes, 18 al año, la suma de mil carnés posibilitará prolongar la vida del servicio cultural y el pago mensual a la bibliotecaria y la abogada del edificio. El presidente del colectivo, Alberte Fernández, asegura que la respuesta está siendo positiva y en las redes sociales decenas de seguidores han compartido la llamada de socorro: “Ven en nós que os representamos e teñen confianza na entidade”.
Para ello, los interesados en que el proyecto no se venga abajo podrán poner su granito de arena cubriendo un formulario en el local. El horario de apertura es de 10.00 a 13.30 horas todos los días y los lunes, miércoles y jueves, de 16.30 a 19.30 horas. El portavoz cuenta que después de perder el convenio con el Ayuntamiento, los socios presupuestaron los siguientes ejercicios teniendo en cuenta el abandono municipal: “Aguantamos 500 días resistiendo”, en concreto, desde el 1 de enero de 2013 cuando empezaron a gastar del remanente. Sin embargo, “todo se agota” y la única vía ahora es la colaboración ciudadana.
En este sentido, el centro ya subió la cuota de un euro a 1,50 y aunque pensaron en subirla 50 céntimos más, lo descartaron porque “á xente xa lle custou a subida”. Alberte Fernández cree que la biblioteca es un símbolo de lucha, de “seguir loitando ata o final” y es por eso que asegura: “seguiremos mordendo”. Para no dejar “que Negreira borre 30 anos de historia”.
En este aspecto, sostiene que el bloque que alberga cultura entre sus paredes molesta a los populares porque educa: “E porque educamos, non interesa”. El representante añade que en esa política de recortes llevada a cabo por el gobierno del PP, “é importante que a xente non saiba disto para seguir adiante con ela e timar á sociedade”.
Las charlas que organizan para conocer la letra pequeña de las facturas de la luz y del agua, por ejemplo, suponen, según Alberte, un incordio para los gobernantes que quieren continuar usando la tijera como única arma ante la crisis.

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